“Existe un culto a la ignorancia; la presión del
anti-intelectualismo
ha ido abriéndose paso a través de nuestra vida
política y cultural,
alimentando la falsa noción de que la democracia
significa que
mi ignorancia es tan válida como tu conocimiento”
Isaac Asimov[1]
Isaac Asimov[1]
Desde la perspectiva ciudadana, la semana que hoy
concluye ha sido un tanto cruenta para el país, concretamente el día jueves 25.
Primero fue anunciado el fallecimiento de Aurelio Concheso, un cubano –
venezolano que actuó siempre en defensa de la libre empresa y la propiedad
privada desempeñándose como Presidente de Consecomercio y luego como asesor
permanente de Fedecamaras. Ya en el avanzar de la tarde se informó el
fallecimiento de Asdrúbal Baptista, ocurrido en Colombia. Profesor investigador
del IESA, Baptista fue un conocedor y teórico de los modelos socioeconómicos
fundamentados en la renta de la tierra y, en nuestro caso particular, de la
renta petrolera con importantes posiciones alrededor de la disyuntiva entre
propiedad del Estado y propiedad privada como factor de crecimiento y
desarrollo del país. Entrada la noche supimos que el día 24 de junio, había muerto
Clarisa Sanoja, un nombre que recuerdo desde siempre asociado a la honestidad y
combate del crimen desde sus posiciones alrededor de la antigua Policía Técnica
Judicial y como juez de la República actuando siempre en defensa de los menores
y de la mujer. Tres perdidas sensibles ante el momento país que actualmente
atravesamos en Venezuela.
Por otra parte, desde horas de la mañana e incluso,
informaciones corridas hace poco más de un mes, daban cuenta esa tarde noche del
viernes, de una supuesta negociación que se ha venido desarrollando a los
efectos de que Nicolás Maduro cese en las funciones que usurpa desde el Poder
Público a propósito del Ejecutivo Nacional. Hasta ahora, la única fuente que ha
sido citada ante tal evento noticioso corresponde al ex presidente de la
Confederación de Trabajadores de Venezuela hoy exilado en Lima, Carlos Ortega.
A decir verdad, no me la creo y en ello emulo al propio Santo Tomás, lo creeré cuando
lo vea y sea vox populi e información a nivel global.
Como elemento previo, el miércoles 24 en horas del mediodía,
la abogada Eva Leal fue objeto de detención y supuestas agresiones en el
contexto de abuso de poder por parte de una funcionaria de la Guardia Nacional
quien la inmovilizo al mejor estilo de la policía neoyorquina contra Floyd,
dado que esta protestaba un cobro de multa y vacuna por transitar fuera de un
horario de cuarentena establecido a propósito del curso de la pandemia en
nuestro país. Luego se ha sabido que la representante del ejercicio del
derecho, hubo participado liderando el activismo revolucionario para la toma de
la Alcaldía del Municipio Iribarren con el objeto de desalojar por la fuerza al
Alcalde legítimo Alfredo Ramos.
Un crisol de seres que motivan el epígrafe de esta
reflexión ante los avatares de un mundo en el que los liderazgos auténticos
brillan por su ausencia. Las formas que asumen el ejercicio del poder y del
liderazgo sobre la sociedad son variadas. Digo, para ubicarme en el centro de coordenadas
interesantes respecto al tema, que Venezuela se ubica en el centro de un triángulo
equilátero en el que los vértices están ocupados por posiciones que emulan en
primer lugar, el poder condigno que no es otra cosa que el poder condicionado.
No se trata de un auténtico reconocimiento y asunción de la figura del poder
confiada al otro en función de su autenticidad y valores, sino en razón de lo
que pueda llegar a las manos de cada quien desde lo que quien asume esa
condición y posición de poder, quiera o esté en condiciones de dar a cambio de
apoyo.
Un segundo vértice correspondería al discurso de
Etienne de La Boétie (1530 – 1563), en su Discurso
de la servidumbre voluntaria donde justamente nos plantea como el ser es
capaz de perder la dignidad humana y
someterse a los designios de un ególatra en contra del cual le resulta
imposible actuar. La Boétie parte de algunas preguntas sobre el porqué la
mayoría sucumbe al poder de una minoría e incluso de un autócrata. Ello solo es
posible mediante la servidumbre voluntaria de la sociedad. Es una lectura impostergable
para todo demócrata que se precie de tal por estos días.
En el tercer vértice ubico una novela de León Tolstoi
(18828 – 1910), la cual fue publicada progresivamente a partir de 1865 y conocida
en nuestro medio con el título de La
guerra y la paz. Por cierto, al inicio de la narración, Ana Pavlovna
Scherer padecía una enfermedad acuñada aun vocablo de uso reciente para aquel
entonces, gripe. Con adición a ese dato, la novela expone trazos que bien podemos
relacionar con lo que ha sido el escenario político venezolano en cuanto a la
trama de tejido social que en ella se revela, acuerdos, matrimonios,
componendas. Así se mueve la política en nuestro país.
Una muestra evidentemente palpable y cercana a
nosotros aca en nuestra capital bolivarense, las fotografías que circulan como
parte de una campaña electoral aun no anunciada, de la cual ya se aprecian
algunas escenas populistas como el reparto de sardinas a una población en
estado de necesidad. La idea no es palear el hambre porque si ese fuese el
objetivo, sobran los selfies, dado
que cuando se ejerce sanamente y de verdad la filantropía, tu mano izquierda jamás
ha de enterarse de lo que hace la derecha menos que algún interés te mueva a
violar ese prerrequisito moral que intenta salvaguardar la dignidad de quien
recibe la dadiva. Pura expresión del más rancio populismo que dicen querer
superar mediante un nuevo modelo de sociedad país. Mentira. Parranda de
abusadores ante quienes la sociedad civil ha de revelarse por cuanto depositar
nuestro futuro en sus manos es un acto de irresponsabilidad para con nosotros y
las generaciones del porvenir.
Esas son las arenas movedizas sobre las que nos
estamos moviendo. Arenas en las que el conocimiento no encuentra lugar por
cuanto estamos ante un liderazgo ignaro, sino totalmente porque no vale
generalizar, si en gran medida porque esos diputados sardina habrían de estar
hoy, pensando qué decisión tomar para mejor beneficio del pais ante la realidad
de una convocatoria electoral que solo persigue un fin, aniquilar a la
oposición verdadera, la que siente al país y su gente para dar lugar y asientos
a una pléyade de nalgas acomodaticia que van en procura de su parte de la tarta
en las migajas que caigan en sus manos desde la servidumbre voluntaria en el
ejercicio del poder condicionado por parte de la usurpación. Pero no, su
capacidad intelectual no da para asumir que el mundo ha cambiado y que el país
ha de cambiar, no en contexto pandémico sino desde antes cuando la modernidad fue quedando atrás y la postmodernidad, que en lo holístico y
complejo de hoy trasmuta ya a transmodernidad,
se han venido haciendo presentes como eras en la evolución civilizatoria del homo sapiens sapiens.
Yuval Noah Harari es un filósofo de este tiempo. No
por moda, sino porque a ojos vista de quienes apreciamos el conocimiento, la
razón y el intelecto asumimos que la realidad de hoy es ya diferente a lo que
fue hace treinta años, más aun que lo acontecido hace tres o seis meses. Que el
hoy, mentado en aquí y ahora, solo puede avanzar hacia adelante y nunca hacia atrás
a menos que se trate de una serie Neflix como en el caso de Dark. Las sombras
no solo asoman en esa serie, ya Carl Jung nos alertaba acerca de aquellos seres
que habitan sobre nuestros hombros a título de ángeles bueno y malo disputándose
nuestras ideas y pensamientos para transformarlos en acción, única forma de
hacer de lo humano.
Lamentable que algunos de los ciudadanos diputados
pierdan su tiempo sardineando. La verdad, su conducta en el hacer político me
importa un bledo. Pero me importa mi país que también es de ustedes y si a
quienes corresponde asumir la primera línea de trabajo en su defensa, están ocupados
trajinando su posible curul, corresponde a otros, en este caso a los ciudadanos
que habitan la sociedad civil, hacer el trabajo. Hoy el trabajo en lo inmediato
esta signado por la presentación de una respuesta fundada en la razón y no las
emociones. Hemos de participar o no en las parlamentarias. Digo no, el próximo
domingo les explico esta posición en respuesta a mí porque.
[1] Tomado textualmente del twitter de: Libertario
(@QuotesforGoal) quien twitteó a las 2:06 p. m. on jue., jun. 18, 2020