El título
intenta parafrasear la pieza musical qe apropósito de la situación argentina de
finales de los ochenta, escribiera Cacho Castaña como homenaje a la esperanza
del cambio y la transformación. Argentina, al menos hoy respira un ambiente de
tranquilidad y justicia en contra de la impunidad gubernamental.
Ahora bien,
no siempre que expresamos nuestro pensamiento, estamos conectados con la
realidad latente. Aunque en Miami todo se sabe y se dispone de muy buena
información sobre lo que diariamente ocurre en Venezuela, no es verdad que la mayoría
que hoy desea la salida de los “usurpadores” (85,00 % según últimos sondeos de
opinión), piense en la realización de elecciones que estarían a la vuelta de la
esquina. El país perdió el norte institucional, hay que reconstruirlo todo. Por
tanto, que me sepa disculpar @PoleoRafael pero su comentario de esta hora a través
de twitter.com, no viene al caso. <<Para aceptar la formula de elecciones
generales que Maduro propondría a Trump habría que asegurar que las condiciones
sean equilibradas, empezando por el Consejo Nacional Electoral, la vigilancia
internacional y el rol de las Fuerzas Armadas>> Me parece una solemne
pendejada pensarlo, mucho más, plantearlo en este momento.
Aquí solo
hay una salida y no más. La transición es y será necesaria y no considero que
la grave crisis que padecemos, se resuelva a esta hora, con elecciones
generales i de ningún otro tipo, por ahora. Primero, re-institucionalizar el
país y restablecer sus equilibrios fundamentales: Abastecimiento alimentario,
producción de alimentos, abastecimiento de medicamentos, generación de empleos,
seguridad jurídica, personal y de los bienes y una sarta de etcéteras que va,
desde los servicios públicos hasta la superación de la impunidad y
establecimiento y aplicación de los cánones de la justicia a quienes han
delinquido desde el poder a través de la siembre del miedo y el terror en la
población. No vale, en septiembre del 2018, que los políticos de oficio quieran
meter de nuevo país en el saco de sus ambiciones partidistas, grupales o
personales. Basta de egolatría. Queremos un país de todos, hecho entre todos.
Un político está en la obligación de escucharnos, ya no estamos para obediencia
a ciegas.
Por otra
parte, que el "usurpador" hable ante ¿quién?, porque allí no había
nadie, es ya un sin sentido. Habló a las paredes para decir lo que ya el mundo
sabe, un mentira tras otra. Su asistencia me deja un fresquito, se le ve
perdido, lo que sumado al show del otro, del "yerno" al estilo Jalisco;
más las dudas existentes en cuanto a lo que mora en el interior del barco chino
embanderado con la Cruz Roja, asoman una realidad que me lleva a pensar en un
buen regalo a los escorpianos, en ocasión de sus fechas natales, y un dulce de
lechosa que por Guayana degustan con queso de cincho y también de mano y
guayanés.
Porque
tamaño embuste y contradicción como esta perla <<@NicolasMaduro ante la
73 Asamblea General de la @ONU_es: ”no podemos permitir que se nos quiera
imponer un modelo económico, cultural y político único>>. No vale un modelo único para Venezuela, que no es otro
que el modelo de la democracia globalizada y centrada en el bienestar del
hombre; pero si vale un modelo único obligado, para imponerlo internamente a
los venezolanos por un ignaro de los tiempos, y su casta de lame pisos y chupa
suelas. Dicen que los relojes avanzan.... y de repente, sale el pajarito.