Que la información
es poder, lo confirma una vez más la pandemia que circula de un extremo a otro del
mundo, desde oriente hasta occidente. Solo preguntémonos, en cuanto a la usurpación,
ha dado pie para que a través del manejo informativo sobre la situación de la
enfermedad en el país, se haya abierto una vía de reposicionamiento ¨duro¨, en
lo político – social, para la dictadura castrista y sus socios en la Corporación
criminal que ha establecido centro de operaciones globales en nuestro país. Amén
de las especulaciones que ya circulan en el ámbito financiero mundial, acerca
del logro alcanzado por los chinos en cuanto a la recuperación de importantes
activos accionarios que habiendo estado en manos de inversionistas
occidentales, han vuelto a manos de los orientales, allá, en la capital del
mayor capitalismo con rostro de explotación feudal existente hoy en el mundo.
Vayamos por
partes. Con pasmosa cautela, al igual que los chinos respecto a los Estados
Unidos en el juego geopolítico por el dominio de la economía mundial al inicio
de una nueva fase cíclica, la tercera, la usurpación venezolana espero el momento
adecuado para generar el desplome o, al menos la contención temporal y quién
sabe si definitiva, de la estrategia opositora. Con la declaratoria de estado
de excepción por causa de catástrofe natural con fundamento y base en la Constitución[1], a
propósito del Capítulo II, del Título VIII De la protección de esta Constitución.
De esa forma y en este momento, a partir de una posible e incuestionable
declaratoria del estado de excepción – si la data e información correspondiente
a la situación actual de la pandemia en Venezuela, es cierta -, la ¨usurpación¨
amplia la situación de facto en la
que se mueve al tomar control absoluto del país.
El Capítulo II, artículos
337 al 339 constitucionales señalan lo pertinente a una situación de catástrofe
al hablar De los estados de excepción. De acuerdo con el artículo 337 ¨podrán
ser restringidas temporalmente las garantías consagradas en esta Constitución,
salvo las referidas a los derechos a la vida, prohibición de incomunicación o
tortura, el derecho al debido proceso, el derecho a la información y los demás derechos
humanos intangibles.¨ La
totalidad de los derechos señalados de manera específica han sido y son
violados de manera sistemática y permanente haciendo gala de un caradurismo impertérrito
que para nada deja ver resquicios al asomo de los valores en los que dichos
derechos se sostienen. Los ejemplos reales, públicos y concretos huelgan las
palabras o acusaciones.
Por ahora se ha
declarado el estado de alarma, artículo 338, el cual en primera instancia habrá
de durar no más de treinta días y podrá ser prorrogable por treinta días adicionales.
La prórroga ha de ser presentada y aprobada por la Asamblea Nacional. Adicionalmente
y por un lapso de sesenta días, podrá decretarse el estado de emergencia económica
de la Nación y, hasta por noventa días, articulo 339, podrá decretarse el
estado de conmoción interior o exterior en caso de conflicto interno o externo
que ponga en peligro la seguridad de la Nación. O sea, la usurpación puede
actuar a sus anchas desde que se publique la resolución en Gaceta Oficial – ocurrirá
cuando a bien les venga en gana - y hasta por treinta, sesenta o noventa días dependiendo
de la situación contextual interna o externa y los interés u objetivos a ser
alcanzados por esta gente en medio de esta nueva fase de la senda
oposicionista.
La pandemia
mundial y global del corona virus ha fracturado la estrategia de la oposición para
defenestrar a la ¨usurpación¨. Tanto el futbol como el beisbol son deportes de
masa cuya práctica gira alrededor de una pelota, cada una con sus propias características; en
uno y otro se especula en cuanto a que, a quien no hace goles o carreras
durante el juego, se las hacen. La oposición ha perdido la oportunidad de hacer
goles o carreras, ha ganado el favor de las tribunas pero se ha enredado con el
balón a los lanzamientos. Se las han hecho todas y esta podría ser la última
por cuanto puede que hayan vencido los lapsos de juego y estemos ante la
posibilidad de la resolución por penaltis o, en el noveno inning con tres en
base, dos out y el bateador en tres y
dos ganando la oposición por una carrera y bateando el equipo contrario.
Ahora bien, no
dispongo de información relevante que permita apuntalar la evolución de una
tendencia táctica. Además, considero inconveniente cualquier cambio de los
objetivos estratégicos, aquellos a los que algunos han pretendido dar vuelta e
invertirlos en apego al ideal de posibles favores cuantitativos en términos de curules
nacionales para un eventual periodo parlamentario 2021 – 2026. Lo que si
considero es que, más allá de la sabionda y especulativa premisa que implica el
que los rusos también juegan, cabe apuntar que aquí está jugando Raimundo y
todo el mundo y siempre, en materia estratégica es y será así; bien pudiéramos al menos
describir tres escenarios posibles con base en un hecho, la pelota está en el
campo de la ¨usurpación¨ y vamos de beisbol, que me apasiona.
Veo tres opciones posibles. La
primera, acabo de describirla. La ¨usurpación¨ asume el control total de la situación
y aprieta una vuelta de tuerca que le amarra nueva y ferreamente en su
sostenimiento dictatorial en el poder camino a la tiranía absoluta, inclusive, abandonando
la idea de elecciones parlamentarias negociadas a través de un nuevo Consejo Nacional
Electoral. La apertura de este escenario se cierne sobre la contraposición de
objetivos claros en el seno de la oposición tal y como nos lo deja ver Carlos
Blanco[2] ¨Cuando
se abandona “el cese de la usurpación” como objetivo que no admite
interpretaciones que dejen al régimen en el poder y se opta por elecciones con
condiciones, no solo se transmite un cambio inexplicado de objetivos sino que
se abre el tortuoso camino para la negociación de condiciones electorales que,
mientras Maduro y su corporación criminal estén en el poder, jamás permitirán
comicios libres y limpios. Lo que era un objetivo claro y nítido se transforma
en un regateo de condiciones.¨ No olvidemos la nueva situación de cambio financiero global
y económico mundial favorable a China. Hay un hit y la ¨usurpación¨ deja en el
terreno al equipo de Guaidó.
La segunda opción ha de vérselas con
las acciones que aún está a tiempo de empujar el Presidente Interino Juan Guaidó.
Ha de tomar el rábano por las hojas, el toro por los cuernos y ejecutar
contundentes acciones de gobierno que le lleven a denunciar la situación que
bulle en el seno de la ¨usurpación¨ respecto a la realidad de la pandemia y sus
efectos en Venezuela. Esto es, entre otras cuestiones, nombrar un gabinete y
sobre manera, aunque actúe desde el exterior por razones de seguridad, un ministro
de salud o sanidad y asistencia social, con suficiente solidez en cuanto a su formación
profesional, preferiblemente independiente aunque si las credenciales que le acompañan
superan la incredibilidad de la sociedad venezolana e internacional ante los
partidos del G4 al G5 y siguientes, le hable a los venezolanos y la comunidad
internacional que respalda el interinato de Guaidó con auténtica y verdadera
claridad sobre el acontecer de la coronavirosis en el país. El bateador de
turno se poncha y el equipo de Guaidó gana el juego.
Un ministro que desde la credibilidad
de sus actuaciones en cuanto a su hoja de vida y servicio profesional, explique y deje claramente establecido y sin
lugar a dudas que, o son ciertas las cifras y el desastre sanitario que ellas
anuncian, lo que ahonda las circunstancias de Estado Fallido en Venezuela o,
que las cifras son falsas y se he generado una alharaca que ha de denunciarse
como parte del estado Forajido que con base en la Corporación criminal
organizada del mundo bizarro, que hoy detenta en tanto situación de facto, de manera ilegal e inconstitucional,
el poder público en el país. Como bien apunta Brian Fincheltub[3] respecto
a la ¨usurpación¨ en el contexto de la pandemia, ¨La naturaleza del régimen
no ha cambiado, todos
aspiramos a que esta pandemia no se expanda en el país porque las consecuencias
serían desastrosas. Pero no es difícil imaginar cuál sería el accionar del
régimen frente a tal escenario. Por ahora toca protegernos nosotros y proteger
a los nuestros, no podemos dejar nuestra vida en las manos de quienes jamás les
ha importado.¨
El tercer escenario se ve venir a
menos distancia de la que muchos puedan imaginar. No es nuestro deseo pero el análisis
se ha de fundamentar en realidades y no en deseos, que al final no empreñan. El equipo de Guaidó llama a un
nuevo pitcher, importado, formado en múltiples estadios y por tanto con el
apoyo de toda esa experiencia. Hacia ese punto avanzaba el juego y ahora parece
haberse congelado la imagen. Entramos en suspenso, se ha caído la imagen y
fuera de pantalla anticipada es que estos jugadores son buenos. La exposición mediática
ocurre cuando ya ha culminado el partido y disponen los resultados en la mano.
Lo que parecía luz al final del túnel nos ha regresado a zona de sombras. Los
hechos van aconteciendo. En este escenario, todos, absolutamente todos, de una
u otra manera, perdemos. ¿Sera ese el final?
¿El corona virus habrá fracturado
la estrategia de la oposición, acaso ambas, incluida la de la ¨usurpación¨? En fotografías de estos días, El Catire aparece con su
gorra. ¿Al final, vendrá El catire como pitcher
emergente? El corona virus tiene la palabra,
porque se la dieron.
[1] ASAMBLEA NACIONAL (2000). Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. Según Gaceta Oficial No. 5.453 Extraordinario
del 24 de marzo de 2000. Vadell Hermanos. Caracas.
[2]
BLANCO Carlos (2020). El
abandono del ¨cese a la usurpación¨ [Documento en línea] Disponible en: https://runrun.es/opinion/401120/el-abandono-del-cese-de-la-usurpacion-por-carlos-blanco/ Consulta realizada el domingo 15 de marzo de
2020
[3]
FINCHELTUB Brian (2020). El madurismo siempre miente. [Documento
en línea] Disponible en: https://runrun.es/author/bfincheltub/ Consulta realizada el domingo 15 de marzo de
2020.
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