El presente documento, de naturaleza y carácter principista, que asume los valores de democracia como condición para el desarrollo pleno de las potencialidades del hombre y la vida en sociedad, tiene por objeto fijar la posición política de autoridades, personal docente y de investigación, personal administrativo y obrero así como la de estudiantes de universidades públicas y autónomas, ante la aprobación de las leyes de Ciencia, Tecnología e Innovación y de Educación Universitaria. A la vez, se constituye en un instrumento mediante el cual expresamos nuestra disposición para la defensa del sistema de libertades establecido en la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En ese sentido consideramos,
1. Las contradicciones de la Asamblea Nacional:
Entrega al Ejecutivo sus facultades legislativas y luego, cuando en ejercicio de su soberanía, la población votante se pronuncia por la conformación de una nueva asamblea, que refleje la pluralidad existente en sus bases, apresura la aprobación de al menos 16 leyes en 15 días, decretando incluso la “urgencia legislativa”, para violentar la Constitución de la República con leyes que ni siquiera la contradicen sino que resultan nulas de toda nulidad al no encuadrar en el contexto de la misma, sino que, adicionalmente desconocen de la manera más mezquina y vulgar, la soberanía sobre la cual ha descansado el mandato de su ejercicio en los cuatro años de su gestión.
2. Supresión del período correspondiente a los diferentes órganos de la función pública:
Mediante la aprobación de la Ley que regula los períodos de ejercicio a los diferentes órganos del sector público, la feneciente Asamblea Nacional, mutila las funciones legislativas y aquellas inherentes a cargos de elección popular como las alcaldías gobernaciones y alcaldías, estableciendo una elección general para diciembre de 2012. Por tanto, los legisladores electos, apenas pudieran llegar a legislar durante un lapso de 6 meses, entre julio y diciembre del año 2012, precisamente el año electoral.
Se ha producido un desconocimiento de la voluntad y soberanía popular, una violación sostenida del contenido en cuanto al espíritu, propósito y razón de la Constitución de la República, hechos que ya han sido denunciados ampliamente desde las escuelas de derecho de nuestras universidades tanto, públicas y autónomas como privadas, a la vez que se ha concentrando todo el poder del Estado en una sola persona conformando de hecho un gobierno de facto y como tal, un régimen que comienza a moverse al filo de la dictadura.
3. Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Ley de Educación Universitaria:
En el contexto de una Asamblea Nacional al servicio del usufructo del poder por el poder en si mismo y no para el ejercicio de las libertades públicas y el bien común en correspondencia con la necesidad de propiciar desde la estructura del estado la mayor suma de felicidad posible a la población, elevando sus condiciones y calidad de vida, se aprueban dos instrumentos jurídicos con la intención de acabar con la autonomía de las seis universidades de mayor productividad académica en Venezuela.
La autonomía de las universidades venezolana fue una disposición del propio Libertador cuando en 1827 se crea la Universidad de Caracas, antecesora y precursora de los que luego pasaría a denominarse Universidad Central de Venezuela. Autonomía que fue reafirmada en el ámbito de las universidades latinoamericanas, cuando en Uruguay, a consecuencia de las demandas establecidas por los estudiantes universitarios, las cuales dieron paso a los sucesos de la Universidad de Córdoba, en Argentina, se aprobaron las conquistas que dieron lugar a la participación estudiantil en la dirección universitaria. Esta corresponsabilidad administrativa, ocurrió sin necesidad de establecer paridades de tipo alguno por cuanto se reconoce desde siempre que la mayor responsabilidad en el manejo de las universidades corresponde al cuerpo profesoral.
4. Las frustraciones del Presidente en funciones:
Como universitarios, lamentamos las evidentes frustraciones que acompañan la vida del actual presidente de la República, quien en un reciente acto académico, como lo fue la graduación de médicos egresados de la Universidad de los Llanos Occidentales Rómulo Gallegos, pretendió el uso de los aperos que integran el traje académico, al aparecer de toga y birrete ante el auditorium y en cadena nacional. Esta situación, se suma a las múltiples vejaciones de que ha sido objeto la academia venezolana, por parte de quien no es digno de vestir tales galas por cuanto, una condición sine qua non para el ejercicio de la actividad y desempeño de vida universitaria es la tolerancia. Esto es así, debido a que la universidad es el centro de las ideas y por tanto, su seno esta abierto a todas las corrientes del pensamiento, sin exclusión alguna, salvo de aquellas que atentan contra la viabilidad de la evolución humana, quienes nos caracterizamos por nuestras propias percepciones y visiones de la realidad en un ambiente de libertades y respeto, cuyos principios son vulnerados cotidianamente desde el ejercicio del poder público en todas sus manifestaciones, no solo a través y mediante el léxico presidencial, como representante del Ejecutivo Nacional, sino en las acciones que se ejecutan desde el Tribunal Supremo de Justicia; Consejo Nacional Electoral y las representaciones del Poder Moral expresadas en la actuaciones de la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la República al igual que la Contraloría General de la República amén de las ya señaladas en cuanto a la Asamblea Nacional, con el único objetivo de asfixiar a la sociedad venezolana mediante el uso del miedo y el terror como parte de las políticas de Estado que en nada contribuyen a la solución de los problemas ingentes de la misma, y por el contrario, deterioran la convivencia entre los venezolanos a la vez que minan la vida ciudadana y se destruye la infraestructura operativa del país.
5. Ante ese contexto, ¿Qué hacer?:
En primer lugar, como universitarios, condenamos la aprobación de las leyes recientemente consideradas en el seno de la Asamblea Nacional dado el carácter anticonstitucional de las mismas, de manera particular y concreta, en el caso de las leyes de ciencia y tecnología y de educación universitaria. Ambas son violatorias de la autonomía universitaria reconocida por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Por tanto, hacemos más que un llamado, una convocatoria a todos los universitarios del país para que de manera unida y unitaria, impongamos la defensa de la universidad autónoma, que no por ello deja de ser pública y popular. Una defensa que no solo envuelve la situación universitaria sino que, como corresponde a la universidad desde la responsabilidad de sus fines, ha de ser el trabajo por la defensa de las libertades individuales y colectivas, las cuales han sido cercenadas y secuestradas por el Ejecutivo Nacional.
Por una verdadera universidad libre y autónoma, en Ciudad Bolívar a los veintidós días del mes de diciembre de 2010. Primero de nuestras acciones por la recuperación del país.
En el Salón de sesiones del Consejo de Núcleo Bolívar de la Universidad de Oriente, Ciudad Bolívar, al 22 de diciembre de 2010
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