Mas sobre
Teodoro, el ministerio para la descolonización[1]
(I)
«I social media danno
diritto di parola a legioni di imbecilli che
prima parlavano solo al
bar dopo un bicchiere di vino,
senza danneggiare la
collettività.
Venivano subito messi a
tacere,
mentre ora hanno lo
stesso diritto di parola di un Premio Nobel.
È l’invasione degli imbecilli».[2]
Umberto Eco
El Parlamento
venezolano, el legítimo, derivado de las elecciones realizadas en diciembre de
2015 ha votado para que Rodríguez Zapatero sea botado del país dado el daño que
su intervención, a título de negociador en medio de la crisis total que se vive
y padecemos en Venezuela ha estado signada por una asimetría que para nada
pareciera buscar salidas válidas para la misma y si, para sus crematísticos intereses
personales como recién lo asomara otro de los beneficiarios del “Nido de
alacranes” que mora en Miraflores desde hace ya prácticamente, veinte años.
Allí, una votación que ha debido resultar unánime, mostró una diferencia que
llama la atención, aparte la única abstención, contradictoria para con
discursos previos y declaraciones de prensa.
La oposición muestra
claramente los bloques en las que se subdivide. Los “colaboracionistas” por una
lado y los “duros” por el otro. En medio, quienes deseamos una pronta salida y
superación de esta crisis: Ochenta y cinco por ciento de los venezolanos que, obviamente complementamos lo
que se denomina la “sociedad civil”. Difícil para todos.
Tan difícil que todo
pareciera indicar hemos llegado a una encrucijada de caminos. La segunda en
torno a la contemporaneidad que desde 1928 nos llevó a 1958 y desde allí devino
ha devenido al 2018, en un punto de inflexión que ahora y por ahora, pareciera
se apuntala hacia una Venezuela distinta, en medio de una realidad diferente a
la que vivieron los integrantes de la generación del veintiocho. Realidad totalmente distante de aquella que no aplaudió los golpes de estado de 2002
para luego cifrar esperanzas democráticas en sus protagonistas, quienes al
final han terminado dilapidando, no un capital de apoyo político, que no
buscaron porque a ojos vista, hoy vemos ya sin ningún asomo de dudas que no se
trataba de la procura ideológica que redimiera a la sociedad venezolana de los
males que realmente le aquejan desde siempre, sino aun más, de aquellos que
fueran denunciados como parte de la plataforma electoral de los “golpistas” y
que han terminado por poner frente a nuestros ojos la inmanencia del más grande
contrasentido histórico de nuestra vida republicana: Buscaron el poder para
lucrarse de él sometiendo la población al capricho degenerado de una vorágine
sin ética para la vida pública y con moral de dudoso origen para el ejercicio
de la política. Caterva de resentidos sociales, ignaros intelectuales de lo
político, vengadores de hombres que con sus vidas pagaron alto precio por sus
ideales, algunos, los olvidados; por su vocación criminal, otros, hoy
estandartes de la revolución.
Y traigo a cuento
estas líneas porque creo de verdad, nos hemos ubicado en una zona de inflexión que
está por cerrarse y dar apertura a lo nuevo, a lo bueno, a lo deseado, a lo
merecido. De Rómulo Betancourt decimos, es el “Padre de la democracia
venezolana”, esa que aun no cristaliza de manera definitiva. Fue la apertura a
la ya superada democracia representativa. Quiero creer que ahora vamos por una
verdadera y sana democracia participativa, sin protagonismos, que por lo
general en la política no son buenos. Dejémoslos para el teatro y otra suerte
de representaciones, incluidas las máscaras y mascaradas que aún están por caer.
La “Generación del 28”
fue participe y protagonista de los cambios y transformaciones que introdujeron
al país en la senda democrática, ya no contra caudillos y montoneras aunque si
contra los rescoldos de algunas de aquellas, lucha armada y golpes de estado.
La “Generación olvidada del 48 – 58” no tuvo oportunidad de dirigir, de hacerse
participe de las decisiones inherentes a la emergencia de la sociedad
democrática y consecuencialmente se vio circunstancialmente obligada[3]
a tomar la vía de la lucha armada como cuestión de orden táctico para alcanzar
sus objetivos políticos y la toma del poder, que les permitiera desarrollar sus
postulados revolucionarios.
Rómulo Betancourt,
Rafael Caldera, Jóvito Villalba y Gustavo Machado vivieron, cada quien desde su
propia circunstancia y participación, el establecimiento inicial de la
democracia representativa en Venezuela. Américo Martín, Eduardo Fernández y
Teodoro Petkoff, como expresión de la “Generación olvidada del 48 – 58” NO!.
Fue la generación que a trancas y brincos quiso hacerse de un camino propio por
cuanto las generaciones anteriores habían cerrado puertas al despliegue público
de sus ideales e ideas por y para la democracia venezolana. Hoy son ellos,
cabezas visibles en los términos de la inflexión que oteo en el horizonte de la
vida política venezolana. Más próximos a lo que ello pueda ser, ubico el
pensamiento de Martín y Petkoff, pero muy particularmente el de este último, el
de otro “Catire”, no el de los llanos y la separación de la Gran Colombia. No,
este otro “Catire” es de “El Batey” en el estado Zulia. Considero que su muerte
determina la apertura del paraguas en la culminación de esta zona de inflexión
que ya en las postrimerías de su agotamiento, da lugar nuevas realidades
nacionales. En medio de esas nuevas realidades, una guía.
Una guía en el
pensamiento político de la Venezuela por venir, no ya la de “Venezuela,
política y petróleo” y si la que ha de abanderarse al cobijo de una reflexión
como la que Boris Muñoz[4]
rescata en lo que fuera voz y pensamiento político de Teodoro Petkoff,
Como intelectual y político, Petkoff criticó al poder de turno –fuera el
sistema bipartidista de la democracia representativa o la autocracia chavista–
sin fanatismo ni concesiones. Nunca renunció al ideal de un mundo socialmente
más equitativo y políticamente más amplio y libre. Su muerte deja un vacío del
mismo tamaño que el frustrado sueño democrático que persiguió durante al menos
50 años de su vida política. Sin embargo, su espíritu combativo y rectitud
moral lo convierten en un potente faro para los venezolanos que hoy luchan por
acabar con la dictadura chavista y crear una nueva democracia. A ellos les toca
mantener ese faro encendido.
A la luz de los cambios por venir en
el espíritu de la transición necesaria, creo que las cosas van por ese camino. Tal
vez ha llegado el momento histórico para que “La generación olvidada del 48 –
58” ya no solo se haga sentir sino que ocupe el lugar que la historia le ha
tenido guardado en cuanto a la arquitectura de este país. No serán participes
activos de las lides políticas que se avecinan, pero estaran allí. Con su
pensamiento o su palabra para ayudar el alumbramiento de este nuevo camino
hacia la democracia y ojalá, queden enterradas para siempre, caudillos y
montoneras, utopías revolucionarias, fantasías políticas y golpes de estado.
Demandamos la construcción de una República liberal y democrática. Ha llegado
la hora de los probos, basta de improvisados e improvisaciones. Me late que al
morir, Teodoro abre caminos a la concreción de sus ideales e ideas por la
democracia y la libertad en un escenario – país, que como el actual, no tiene
nada que reprocharle y si, mucho que agradecerle.
[1]
BOCARANDA SARDI Nelson (2018). Los
runrunes de Nelson Bocaranda. Publicado en el Portal WEB de noticias “La
patilla”. [Documento en línea] Disponible en: https://www.lapatilla.com/2018/11/07/los-runrunes-de-nelson-bocaranda/ Consulta realizada el miércoles 7 de
noviembre de 2018
[2] La traducción correspondiente a la
expresión que apuntala esta reflexión, corresponde a lo publicado por medios
internacionales a partir de la reseña que SCOPRI TOP NEWS publicara el 10 de
junio de 2015, cuando la Universidad de Turin confiriera <<Allo scrittore
la laurea honoris causa in «Comunicazione e Cultura dei media»>> la
prensa internacional la reseño entre los días 15 y 17 de junio. La entrevista
original fue publicada en el Diario La Stampa, sección Cultura, el 10 de junio
de 2015 Bajo el título: Umberto Eco: “Con i social parola a legioni di
imbecilli” [Documento en línea] Disponible en: https://www.lastampa.it/2015/06/10/cultura/eco-con-i-parola-a-legioni-di-imbecilli-XJrvezBN4XOoyo0h98EfiJ/pagina.html Las redes sociales le dan el derecho de
hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un
vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y
ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de
los idiotas".
[3]
Hay quienes opinan que no todo
fue de esa manera. Que hubo intereses personales arraigados en falsas
coyunturas analíticas, que indujeron y llevaron al movimiento juvenil de los
partidos políticos recién divididos, al enfrentamiento militar guerrillero en
las montañas. Hay obra escrita entre quienes señalan que el propio “Che” Guevara
intento disuadir a representantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
y del Partido Comunista de Venezuela (PCV) de tomar el camino de la lucha armada
por cuanto en Venezuela no estaban dadas las condiciones para ello y que el
fracaso sería el único resultado posible, no así en el caso de Bolivia.
[4] MUÑOZ Boris (2018). Teodoro Petkoff, un faro para los demócratas. Publicado en el
Portal Web PRODAVINCI. Sección
Actualidad. [Documento en línea] Disponible en: https://prodavinci.com/teodoro-petkoff-un-faro-para-los-democratas/ Consulta realizada el martes 6 de noviembre
de 2018
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