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Farmacéutico. Profesor Titular en la UDO. Consultoría y Asesoramiento en planificación, organización y gerencia. Coaching. Políticas públicas. Estudios de especialidad, maestría y doctorado.

lunes, 29 de octubre de 2018

Venezuela 2018: Temporalidad de la rebelión e independencia


Trescientos años de calma ¡No bastan?
Los venezolanos reconocemos como fecha de inicio a nuestro proceso independentista el 19 de abril de 1810.  Para ese momento, el germen de la emancipación que habría de culminar con la independencia de Venezuela del Reino de España, para asumir el establecimiento de la república como ente jurídico – político llamado a la construcción de una República liberal y democrática para la sustitución de la monarquía y el carácter colonial imperante en la Capitanía General de Venezuela, cuajaba las simientes precedentes de los movimientos insurreccionales y libertarios que se habían sucedido desde el primero, en 1795 con José Leonardo Chirinos a la cabeza y los que se produjeron con posterioridad.
En 1797 fue en la Guaira, Pedro Manuel Gual y José María España[1] dieron lugar a un movimiento conspirativo cuyo fracaso les llevo a huir al exterior en un recorrido que les llevo por las Antillas.  Ofrecida cuantiosa recompensa por la captura de ambos, ello no evitó que en 1799 España regresara clandestinamente a la Capitanía General de Venezuela donde fue detenido en la Guaira, enviado a Caracas y condenado a pena de muerte por parte de la Real Audiencia. Su ejecución tuvo lugar el 8 de mayo en la Plaza Mayor de Caracas luego de haber sido torturado, y descuartizado con posterioridad a su ejecución. La suerte de Gual no fue distinta en cuanto a final, cuando murió envenenado por un espía en Trinidad, donde se encontraba para el 25 de octubre de 1800.
La conspiración de Gual y España, inspirada por desterrados hispanos que habían conspirado en contra del Rey de España y traídos prisioneros a la Capitanía, fue hasta ese momento, la de mayor riqueza teórica y conceptual con objetivos concretos establecidos en las ordenanzas suscritas por ambos, para propiciar un cambio revolucionario que incluía entre otras cuestiones, la emancipación política, implantación del sistema republicano, libertad de comercio, igualdad de razas e independencia de los esclavos. Comparan la situación de los habitantes de la Capitanía con los del norte de América en los términos siguientes:
Haced os pintura de la situación de los habitantes del Norte de esta América. Son ricos e independientes; codician su alianza las potencias de Europa. Haced comparación de vuestra población con la de aquella nueva República, y sacaréis que la naturaleza se complace en poblar los campos de la libertad, cuando le es doloroso y contra su institución el incremento de esclavos. Los desiertos, la soledad y el silencio son las consecuencias de la Tiranía en todo el Universo.[2]
Si el de Chirinos fue un movimiento de los esclavos, el de Gual y España lo fue de carácter más universal, si bien los mantuanos no fueron parte ni se hicieron presentes en el mismo. De hecho, el ideario del movimiento conspirativo dejaba ver con  claridad las intenciones de los complotados en un documento que lleva por título Los derechos del hombre y del ciudadano. Se considera que esta conjura es la de mayor contenido teórico, carácter orgánico y perfecta definición de ideario y fines, de todos los movimientos precursores de la independencia de la América meridional.  Antes de 1810, otros movimientos importantes lo fueron el de Francisco Javier Pirela en 1799 y la Conjura de los mantuanos en 1808 además de las expediciones marítimas al mando de Francisco de Miranda.[3]
Llegado el jueves santo de 1810, la sociedad venezolana de entonces, conformada por blancos hispanos, blancos criollos  integrantes de mantuanería caraqueña y  miembros de otras clases sociales de menor interés político aunque si económico,  como lo fue el caso de los pardos, se pronuncian en contra de la continuidad del sometimiento de la Colonia que éramos;  los mantuanos reclaman derechos y propugnan el desconocimiento de la autoridad del Capitán General Vicente de Emparan, de la voluntad de Fernando VII y del Reino de España. Se asume así, la declaración de nuestra independencia, la que habrá de hacerse letra viva en las actas del Congreso suscritas a partir del 5 de julio de 1811, no sin que antes mediaran discursos de significación histórica, como aquella encendida proclama que en el seno de la Junta Patriótica, la cual habíase conformado como consecuencia de los sucesos de abril del año anterior, fuera pronunciada el 3 de marzo de 1811 por un joven mantuano, Simón de la Trinidad Bolívar Ponte y Blanco, cuya brevedad contrasta con la profundidad de su contenido:
No es que hay dos congresos. ¿Cómo fomentarán la división los que conocen más la necesidad de la unión? Lo que queremos es que esa unión sea efectiva y para animarnos a la gloriosa empresa de nuestra libertad. Unirnos para reposar, para dormir en los brazos de la apatía; ayer fue una mengua, hoy es una traición. Se discute en el Congreso Nacional lo que debiera estar decidido. ¿Y qué dicen? Que debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviéramos confederados contra la tiranía extranjera. Que debemos atender los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Estas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse en calma! Trescientos años en calma, ¿no bastan? La Junta Patriótica respeta, como debe, al Congreso de la Nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es perdernos.[4]
Ahora bien, se refería Bolívar los proyectos de libertad y de república que moraban en  mente de los criollos. Los ejemplos de que disponían, más allá del ámbito de los imperios, eran en gran medida exitosos, para nada disponían de experiencias previas ancladas en el aquel pasado de entonces. De haberse dado esas circunstancias en torno a modelos fracasados, seguramente Bolívar hubiese sido aun mucho más vehemente en sus apreciaciones y los habría condenado con toda la fuerza de sus ideas basadas en las virtudes, conocimiento y felicidad del hombre,  y con lo más encendido de su verbo.
Hoy, la dinámica cronológica y temporal que subyace como base de cambios y transformaciones sociales no da para que un conglomerado histórico concreto en el contexto global, alimente expectativas y esperanzas a trescientos años, ni a doscientos o cien años, cuando la planificación y prospectiva nos llevan adelante en el tiempo, y las tendencias actuales apuntalan temporalidades de no más de treinta años. Decir veinte años en contra parodia  a Gardel, no es que sean nada, NO!, es que son muchos, demasiados, cuando de cara al horizonte, las experiencias que nos alientan redimen el fracaso general y el depauperamiento y sufrimiento de la gente, en procura de un paraíso terreno que, cual Dorado en el ayer de la conquista y colonización, hoy, en la postmodernidad, es sinónimo de codicia, de muerte y de entrega de soberanía política y territorial, aquella de la que tanto se alardea sin disimular su entrega a cambio de una realidad trastocada en espejismo del siglo XXI.


[1]  REY Juan Carlos, PEREZ PERDOMO Rogelio, AIZPURUA AGUIRRE Ramón y HERNANDEZ Ariana. RODRIGUEZ CAMPOS Manuel [Coordinador] (2007) Gual y España. La independencia frustrada.   Caracas: Colección Bicentenario de la Independencia, Fundación Empresas Polar, Academia Nacional de la Historia, Universidad Central de Venezuela, Universidad Simón Bolívar, Universidad Católica Andrés Bello, Universidad Metropolitana, La Universidad del Zulia, Universidad de Los Andes y Universidad Cecilio Acosta.
[2] WIKIPEDIA (2018). La conspiración de Gual y España. [Documento en línea] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Conspiraci%C3%B3n_de_Gual_y_Espa%C3%B1a  Consulta realizada el lunes 29 de octubre de 2018
[3] HERRERA SALAS Jesús María (2003) El Negro Miguel y la primera revolución venezolana. La cultura del poder y el poder de la cultura.  Vadell Hermanos. Caracas
En este libro, el autor ubica el primer movimiento por nuestra independencia del Reino de España en diciembre de 1552 y comienzos del año siguiente cuando Miguel del Berrio, conocido como “El Negro Miguel” o como el “Rey Miguel” encabezo la revolución de Nueva Segovia de Buría en territorio de los indígenas Jiraharas, territorios que hoy se encuentran comprendidos en el estado Lara, concretamente en la población de El tocuyo.
[4] BOLIVAR Simón (1811). Discurso pronunciado ante la Junta Patriótica el 3 de marzo de 1811. [Documento en línea] Disponible en:  http://www.beersandpolitics.com/discursos/simon-bolivar/discurso-ante-la-junta-patriotica/1566  Consulta realizada el lunes 29 de octubre de 2018

viernes, 19 de octubre de 2018

Venezuela 1945 – 2018: Entre golpes de estado y revoluciones


Eurodiputada Beatriz Becerra [1]rechaza diálogo y
propone fórmula para salir de crisis en Venezuela. La propuesta:
Liberación de todos los presos políticos, apertura de canal humanitario,
disolución de Constituyente, restitución del orden constitucional, y reconocer a la AN.


Palabras más palabras menos, el titulo que orienta estas líneas no es propio y tal vez vino a mi encuentro en el paquete de recuerdos de mi subconsciente, prendado de una colección de tres tomos publicado por el periodista venezolano Jesús Sanoja Hernández[2],  de quien leo una cita a pie de página en libro escrito por Marco Tulio Bruni Celli[3] a propósito de los hechos ocurridos el “18 de octubre de 1945” bajo el homónimo entrecomillado y prólogo de Francisco Suniaga, referido a los eventos de partida desde los cuales arranca en términos fácticos, la inflexión que nos habría de llevar, en términos de sociedad, a la construcción e instauración del sistema democrático como fórmula de convivencia política, económica y sociocultural en nuestro país.

En Venezuela, imaginar o asumir una alianza cívico – militar, para la toma del poder público, no es nueva. La madrugada del 18 de octubre de 1945, “entre gallos y medianoche”, un inequívoco golpe de estado en el que se aliaban el liderazgo civil que dirigía un partido, Acción Democrática, y cuadros medios de las fuerzas militares fundamentalmente a nivel de mayores, frustraban y sepultaban el primer intento que desde 1824 procurara dar curso al establecimiento del modelo democrático, como sistema de gobierno que rigiera la vida del país. Así alcanzaron la dirección política del país, quienes la noche del día siguiente en el primer decreto fechado el 19, se erigieron a sí mismos en portavoces y ejecutantes de la  denominada “Revolución de octubre”.

Poco más de cincuenta años después de aquella fecha y los acontecimientos concomitantes que se sucedieron luego, surge en Venezuela un nuevo proceso autocalificado de revolucionario. El 9 de enero de 1999, luego del triunfo electoral de diciembre de 1998, quienes en febrero de 1992 habían intentado tomar el poder a la fuerza por vía de un golpe de estado que, a semejanza de aquel, denotaba características eminentemente militares desde su planificación por parte de una secta militar a las sombras del Samán de Güere,  cuya ejecución se produjo con base en juramentos hechos alrededor del “árbol de las tres raíces”: Robinson, Bolívar y Zamora, y que, una vez “fracasado”, permitió a sus autores instalarse en el poder público nacional por la vía electoral para el ejercicio de gobierno correspondiente al período 1999 – 2004,  bajo las banderas de un gobierno autocalificado de revolucionario, si bien el ascenso al poder no se produjo conforme a la idea clásica que para situaciones de esta naturaleza han pregonado sus teóricos a la luz del paraguas ideológico del marxismo soviético.   

Setenta y tres años después del primer evento, aun se mantiene y sostiene controversia en cuanto a lo que realmente pudiera darse como calificación para aquel momento político vivido entre 1945 y 1948, cuando otro golpe de estado de carácter exclusivamente militar, el 24 de noviembre de 1948 acabo con el ensayo revolucionario, si bien se fraguaron conquistas políticas y sociales que habían sido negadas a la sociedad venezolana de entonces y que, al contrario de lo que durante mucho tiempo han sustentado pensadores revolucionarios referidos al carácter definitorio de las mismas, ha dado lugar a que lo ocurrido en Venezuela 1945 – 1948, hoy sea considerado realmente como un proceso revolucionario por sus ejecutorias con lo que, el reformismo gradual ha pasado a ser tenido en cuenta como posibilidad y probabilidad revolucionaria si sus objetivos apuntan cambios y la transformaciones importantes ante la situación inicialmente encontrada[4].

Hoy, veinte años después de este nuevo intento revolucionario, no ya de corte democrático sino socialista, pareciera temprano para emitir juicios de opinión respecto al éxito o fracaso del mismo por cuanto estamos en pleno proceso de su desarrollo y, a lo sumo, lo que bien puede hacerse es evaluarlo comparativamente, con movimientos de corte similar ocurridos en otros territorios como la Unión Soviética, China, Alemania, Italia o Cuba, e incluso el caso de España, todos respecto a la toma del poder y, en el caso latinoamericano en todo lo que fueron nuestros países, ensayos políticos dictatoriales y populistas, cuyo objeto era bloquear la región e impermeabilizarla ante un posible avance del comunismo en el mundo al  calor de la guerra fría[5].

Ahora bien, no se trata de realizar ahora ese análisis. Se trata sí, de plantearnos, en tanto ciudadanos y sobre las bases del protagonismo y la participación que establece la Constitución vigente, una posibilidad de despegue civilizatorio y anticipativo a los cambios constitucionales que pudieran surgir, planteando propuestas para el amanecer de un país capaz de superar las deficiencias actuales y aventurarse sin complejos ni “camisas de fuerza ideológica”, a tomar para sí la razón de sus potencialidades y hacerse de un lugar en el mundo global desde donde el ser venezolano sea capaz de alimentar esperanzas por una vida de calidad para todos.

Por esas razones, luce adecuado y pertinente, realizar un ejercicio que, a la luz de una posible y nueva constitución nacional, aborde las aristas temáticas de la transición modelar del país hacia el socialismo comunista o, por el contrario, en procura de la república liberal y democrática cuyo mandato nos legaran los hacedores de la independencia nacional, hecha efectiva entre 1824 y 1830, a la vez que reconocidos como país liberado del tutelaje del Reino de España en 1848. Hay quienes consideran que se trata de un proceso de transición que se iniciara justamente en octubre de 1945 y que aun no ha finalizado.

Se trata entonces de hurgar y plantear explicaciones en cuanto al porqué estamos en medio de una “guerra económica” por un lado y una “diáspora venezolana hacia Latinoamérica” por otro. Que ha ocurrido con le educación nacional y los servicios de atención a la salud del venezolano y de qué manera se proyectan al futuro inmediato durante el primer quinto temporal del siglo XXI.

Avizorar cual ha de ser el rol del habitante trastocado en ciudadano, su organización y espíritu protagónico en la participación por la determinación de su futuro. Cuál ha de ser el futuro de nuestras inversiones y el perfil de desarrollo de la Región Guayana de cara a los próximos treinta años en el contexto de los  cambios globales y la nueva configuración estructural del bucle complejo “geopolítica - gobernabilidad – gobernanza” del sistema mundo capitalista, en un cronograma cuyo horizonte temporal apunta al año 2050. Se trata de una reflexión en todos los órdenes y que bien puede y debe constituirse en una guía de acciones para el cambio y la transformación de Guayana y del país. Como ciudadanos, tenemos la obligación de expresar nuestras opiniones sin ánimo conspirativo de naturaleza alguna y sí, con la firme convicción de que las consideraciones que hagamos han de resultar útiles a cualquier gestión de gobierno nacional, regional o glocalizada (local – lugar) que pretenda hacer realidad en Venezuela, el estigma colectivo que ilumina a todo venezolano al nacer, … con una arepa debajo del brazo. 

Considero que un esquema cronológico que nos permite apreciar la evolución de la sociedad venezolana y su tránsito dentro del Sistema Mundo Capitalista, al cual jamás accedimos por cuenta propia, sino llevados por las circunstancias de su reconocimiento como parte integrante del globo una vez se hubo descubierto Venezuela ante él, y posteriormente, por otra circunstancia concreta, la existencia de petróleo en su subsuelo, que la catapulto definitivamente al capitalismo real existente en la tierra para el momento cuando el Zumaque 1 reventó fauces al viento, para vomitar aquel  “oro negro” contenido en las entrañas de la tierra. 

Desde entonces, Venezuela dio paso a la instauración de la economía rentista y dependiente de las “minas” establecidas en tanto pozos petroleros, de manera tal que, desde aquellos polvos del camino hemos devenido en los lodos de otro tipo y parangón minero, las de Guayana; primero las de hierro, ahora, luego de poco más de quinientos años, las de la leyenda de El Dorado, y más recientemente las del coltán, mineral de alto valor estratégico para la economía global de estos tiempos,  invalidando con retórica vacua, los argumentos de la República Liberal y Democrática sostenida por el esfuerzo productivo de la gente, con la incorporación de valor agregado a nuestras materias primas, y no como estamos, cada vez más dependientes de la extracción primaria y exportación de nuestras riquezas naturales.

He aquí las respuestas que hemos de buscar y dar explicaciones respecto a ello,

1.      ¿Si, octubre de 1945 abrió el país a las sendas de la democracia, en un camino que no termina de consolidar su dureza debajo de nuestros pies, en qué posición nos encontramos ante las tendencias globales del siglo XXI y cuál ha de ser nuestro trabajo, para construir sustentabilidad en un ambiente de tendencias totalitarias en lo político y “boom” económico que profundiza nuestra dependencia de la renta de recursos naturales y de la minería con incalculables daños ambientales para la región, el país y el mundo de la Amazonía?

2.      ¿Estamos ante una dinámica transicional de carácter revolucionario o sencillamente hemos regresado al primer cuarto del siglo XX con extraordinarias desviaciones y asimetrías en el ámbito de los fuerzas productivas y las relaciones de producción, ambientes inhóspitos en cuanto a las perspectivas internas y prospectiva exterior, que para nada invocan posibilidades de desarrollo y cambio social inmanentes a la transformación de nuestro proceso histórico?

La acción, como opción de expresar tu voluntad en libertad[6] es inmanente a ti, planteemos lo posible y construyamos la probabilidad de que nuestros sueños de un mejor país se hagan realidad concreta, está en nuestras manos,… a la obra.





[1] BECERRA Beatriz (2018).  Eurodiputada Beatriz Becerra rechaza diálogo y propone fórmula para salir de la crisis en Venezuela. Información publicada en el portal web  lapatilla.com el día domingo 14 de octubre de 2018. [Documento en línea] Disponible en:  https://www.lapatilla.com/2018/10/14/eurodiputada-beatriz-becerra-rechaza-dialogo-y-propone-formula-para-salir-de-la-crisis-en-venezuela/  Consulta realizada el lunes 15 de octubre de 2018. En su declaración a la Agencia de noticias EFE, puesta en las redes por Luis Millán,  la diputada fija posición ante supuesta solicitud de flexibilización de sanciones impuestas por la Unión Europea a funcionarios de alto nivel del gobierno “revolucionario” de Nicolás Maduro. A través de su cuenta twitter, la eurodiputada  vicepresidenta de la Subcomisión DDHH del Parlamento Europeo, rechazó la propuesta hecha por ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, de cambiar las sanciones a Venezuela por el diálogo, asimismo, dictó la fórmula para salir de la crisis en el país.  En su primera manifestación se mostró indignada por parte del funcionario del gobierno de Pedro Sánchez, y aseveró que: “No es aceptable que nos traten como tontos, @JosepBorrellF @FedericaMog No lancen globos. La “solución política” que dicen buscar bajo los restos de una Venezuela devastada ya está descrita en las resoluciones @Europarl_ES. Maduro no ha cumplido NI UNA.  Posteriormente, y de forma tajante, compartió su fórmula para terminar con la situación que actualmente acusa Venezuela: “Aquí tiene resumida, ministro @JosepBorrellF, la fórmula completa de la solución política para #Venezuela Consta de 4 ingredientes inseparables”.   Le recuerdo en qué consiste: 1. Liberación de TODOS los presos políticos: Maduro saca 1 y mete 20, ahora la mayoría militares Hay 400 presos políticos en #Venezuela. 2. Apertura de canal humanitario: Maduro sigue matando de hambre y enfermedad a los venezolanos. Sobre todo a niños, mujeres y ancianos”.

[2] SANOJA HERNANDEZ Jesús (2007). Entre golpes y revoluciones En Debate. Colección Actualidad. Random House Mondadori S.A. Colombia. Tomos I, II y III
3 BRUNI CELLI Marco Tulio (2014).  El 18 de octubre de 1945. En Colección La hoja del Norte.  Guillermo Amaro y  Cyngular Asesoría 357. Caracas


[4] BRUNI CELLI Marco Tulio (Ib: 55-61). Hay en esas páginas una sólida argumentación que supera las discusiones académicas que desde sus inicios pusieran en tela de juicio si el proceso  político venezolano ocurrido entre 1945 y 1948 en manos de Rómulo Betancourt, Rómulo Gallegos y Acción Democrática, fue en realidad uns situación de corte revolucionario, lo que autor justifica como “reformismo revolucionario” y deja sentado se trato de un proceso de esa naturaleza.

[5] FROMM Erich (1971). ¿Podrá sobrevivir el hombre? Una investigación sobre los hechos y las ficciones de la política internacional.  En Biblioteca Erich Fromm N° 3. Paidos. Barcelona. España.


[6] Hannah Arendt. (1991). ¿Qué es la Libertad?   En  Zona Erógena. Nº 8. 1991. [Documento en línea] Disponible en los portales web  http://www.educ.ar y http://librotecarios.blogspot.com/2016/10/libros-filosofia-politica-gratis-pdf.html Consulta realizada el 15 de octubre de 2018. Arendt plantea la idea de libertad en el contexto teológico de los milagros, los que considera no son exclusivos de las “infinitas probabilidades” de la fe ni de lo natural y que bien puede el hombre crear los suyos, aquellos que le pueden ser propios, tal y como lo deja sentado en el párrafo final del artículo citado, en los términos siguientes:  Objetivamente, esto es, visto desde afuera y sin tener en cuenta que el hombre es un inicio y un iniciador, la posibilidad de que el futuro sea igual al pasado es siempre abrumadora. No tan abrumadora, por cierto, pero casi, como lo era la posibilidad de que ninguna tierra surgiera nunca de los sucesos cósmicos, de que ninguna vida se desarrollara a partir de los procesos inorgánicos y de que ningún hombre emergiera a partir de la evolución de la vida animal. La diferencia decisiva entre las "infinitas improbabilidades", sobre la cual descansa la realidad de nuestra vida en la Tierra, y el carácter milagroso inherente a esos eventos que establece la realidad histórica es que, en el dominio de los asuntos humanos, conocemos al autor de los "milagros". Son los hombres quienes los protagonizan, los hombres quienes por haber recibido el doble don de la libertad y la acción pueden establecer una realidad propia.


martes, 9 de octubre de 2018

Apoyar o no, a los trabajadores de Guayana


Demócratas civilizados, apoyamos a los de los trabajadores de Guayana, o les excluimos de nuestra agenda por el cambio y la transformación social

A propósito del intercambio de opiniones que se ha dado como consecuencia de la solicitud de apoyo a sus demandas salariales por parte de los trabajadores de las empresas básicas, y dado que el salario es parte de las condiciones inmanentes a toda persona que trabaja, me permito plantear la siguiente reflexión sin que para nada me anime el querer establecer una inútil confrontación de puntos de vista y si, en el ánimo de lo que nos mueve, tal es el caso de construir y desarrollar unidad de objetivos en paz para avanzar hacia la salida del régimen dictatorial que hoy nos oprime, burla y pretende controlarnos como sociedad.

Una sentencia einsteiniana señala que quien hace siempre las cosas de la misma manera, obtiene los mismos resultados. Por tanto, si se trata de incidir en el seno de un conglomerado humano para cambiar y procurar transformaciones al interior de su comportamiento, hemos de cambiar la manera de abordar los mismos. 

Por otra parte, actuando desde lo que constituye la esencia civil en contra de la violencia y la barbarie, no comulgo con aquello de “ojo por ojo y diente por diente”. Más aun, siendo religiosamente católico, tampoco comparto el que hemos de colocar la otra mejilla. La razón, ambas conductas parten de la violencia, y si bien la primera se sabe donde comienza, no hay certeza de cuando ni donde terminara y cuál será el nivel de violencia que se engendrara durante el proceso. En el otro caso, también se parte de la violencia y aunque pudiéramos conocer el final, igualmente resultaría en la afectación moral de quien recibe la doble afrenta.

Ahora bien, en política, el enemigo de mi enemigo es mi amigo y más en una situación como la que vivimos en Venezuela y quienes militamos en la causa de la civilidad y la construcción de ciudadanía. Quien suma en contra del régimen de oprobio que padecemos en el país, agrega su energía para ampliar la magnitud e incrementar el sentido direccional del vector de fuerza cuya construcción colectiva ha de llevarnos al objetivo deseado, la sustitución pacífica de la dictadura en el camino hacia la transición. Por tanto, se trata de sumar y no de confrontar y restar, a menos que, la propuesta y acciones ejercidas por quien quiera sumarse a nosotros, desvirtúen totalmente las nuestras. En ese caso, se hacen las consideraciones y toma de decisiones pertinente para no perder la orientación y norte del rumbo tomado.
Es más, ser civilistas no implica renuncia alguna a la violencia por cuanto ella forma parte de la caja  “natural” de herramientas de la que es dotado todo ser vivo para su sobrevivencia si bien los seres humanos, dentro de su enclave animal, poseen una característica diferencial fundamental cual es la capacidad de razonar con base en ideas y no actuar conforme a sus instintos básicos. Construir ciudadanía y transformación social implica que “El respeto al derecho ajeno es la paz”.

Es el momento de sumar. Se suma incorporando y no excluyendo, conducta que por cierto criticamos en aquellos a quienes nos oponemos, lo cual  de por sí constituye una acción violenta en el solo acto de oponerse sin apremios de la razón validada por el raciocinio y no por la emocionalidad del momento. La construcción y transformación social exige de quienes asumen posiciones de liderazgo y más en el caso venezolano en el que el mismo se encuentra en entredicho, partir y sustentar principios y valores de la convivencia, aceptando los yerros del otro para dirigir desde las  virtudes y no desde nuestras propias miserias. A convivir se enseña, y se educa para la convivencia desde la tolerancia. Haciendo ver al otro sus equívocos, si los tiene, y no confrontándolo y excluyéndolo a priori y per se, como consecuencia de sus actos. Es base de la perfectibilidad humana. Errar es de humanos, rectificar es de sabios. Actuar asumiendonos como dueños de la verdad absoluta, es caminar hacia el fracaso. Para cambiar y transformar mi entorno, en primer lugar he de promover y transformar mi fuera internoy liberarlode la limitaciónimpuesta por mis propias creencias.