Deberíamos
tratar de ser los padres de nuestro futuro
en lugar de
los descendientes de nuestro pasado.
Miguel de
Unamuno (1864 - 1936)
Es imposible
que un ser desarrolle el pensamiento conceptual,
el lenguaje
hablado y la conciencia moral responsable si todavía
no ha tomado
conciencia de la existencia de su propio ser interior
Konrad Lorenz
(1903 – 1989)
Somos propensos
a juzgar por el índice de nuestros salarios o el
tamaño de
nuestros automóviles, en lugar de por la calidad
de nuestro
servicio y la relación con la humanidad.
Martin Luther
King (1929 – 1968)
La participación de Pompeya, compañera sentimental de Cayo Julio Cesar,
Emperador de Roma en una Saturnalia, ¨orgía permitida a las damas de la
aristocracia¨ levanto una ola de dimes y diretes a los que él solo respondió,
que ¨La mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo”, refería el hecho
de que ella solo había asistido como espectadora, mas no tuvo ningún otro tipo
de participación y menos aún, derivada de algún interés particularmente
concreto.
Traigo a colación la frase por
cuanto las recientes declaraciones de Humberto Calderón Berti, ex embajador del
gobierno constitucional que en calidad de interino preside el diputado Juan
Guaidó a propósito de su defenestración en el cargo que ocupaba en Bogotá, han
dado lugar a una campaña de infamias en su contra que para nada hacen bien a
nadie en el seno de la oposición venezolana aunque si, cunden beneficio a guisa
de brasas y sardinas para alguna periodista globoparlante en medio de cuyas
piernas, dicen las malas lenguas, disfruto erótica y genitalmente, uno de
nuestros actuales embajadores en el norte del continente, a quien fácilmente
capto para armar una tramoya y campaña de medios en contra de un hombre que no
necesita de la actividad política para ganarse la vida y ganársela bien además.
Y es que al mejor estilo de
globito tv, de donde salió desmoñada aquella hermosa periodista de quien creíamos
su elevación posicional derivaba de sus condiciones profesionales para luego
enterarnos de que era la favorita de uno de los propietarios del canal y que
consecuentemente, el juego de posiciones en el aquelarre del yantar, habían sido
su pasaporte a la fama, ahora nos llegan los rescoldos de un nuevo pantaletazo periodístico,
angora las brisas del norte que mueve ejes entre las ciudades de Miami y Washington.
Y es que no deja de llamar la atención,
esta orgía de corrupción que se mueve actualmente alrededor de la política venezolana
y que, en el caso concreto de lo sucedido en Bogotá, tiene su origen en el
¨Hambre y la sequía¨ de poder que han vivido los aspirantes a enchufe en estos últimos
veinte años, lo que nos ubica ante una clase política que a pesar de su
juventud, se encuentra avejentada por las artes y mañas que han puesto en
movimiento, disfrutando los mendrugos iniciales, que no finales, que a título
de aperitivo les son lanzados desde la orilla revolucionaria por quienes cumplen
ese rol en favor de la revolución u su sostenimiento en el poder.
Para nadie es un secreto que un
flamante diputado de nuestra Asamblea Nacional, en ocasión del cacareado paso
de la ¨Ayuda humanitaria¨ desde Cúcuta hacia Venezuela a través de la frontera
en el Táchira, decidió ir de farra con un familiar cercano. Allá él, es su
problema. Ahora bien, aquí se da la coincidencia acerca de Pompeya, por cuanto
con su dinero y en actividades eminentemente privadas puede hacer de su vida un
saco y se mete, nada pasas por ello. Pero si en función de su posición política
anda en actividades inherentes al Estado como correspondía a aquel momento,
entonces vale cesárea sentencia, ha de parecer un diputado. Porque
independientemente del origen de los fondos financieros de su viaje, al andar
en funciones de gobierno y obviamente actuaciones políticas y por tanto públicas,
el andar puteando no forma parte de esas funciones. Manos aun con al saldo fatal
de aquella ´´marcha´´, en la que licores, putas y dólares dieron origen a tan infeliz
como trágico final.
Aquí la responsabilidad no es del
sofá, tampoco del mensajero, sino de quienes dieron lugar al mensaje derivado
de sus actuaciones. Desde el comienzo se ha estado en cuenta de los
involucrados, de sus trapisondas y de la valiente actitud que conforme hemos creído
todos, se trata de cambiar el modelo país de manera ejemplarizante para que no
haya dudas sobre las líneas de trabajo y de fuerza que habrían de guiar la transición
han de ser puestas en evidencia concreta para prevenir y predicar con el
ejemplo. Sin embargo, por lo que vamos apreciando la idea es mantener la
vigencia de los despropósitos que desde hace cuarenta años se convirtieron en
caldo de cultivo de la realidad que hoy padecemos. Aquellos polvos han traído estos lodos.
Asumir una campaña con Humberto Calderón
Berti, por quien no meto las manos al fuego como tampoco las meto por mí, bajo
el influjo de una oferta fundada en pantaletas para ubicar a la periodista que
a ello se presta, desde su hábitat mayamero a la dirección de prensa de nuestra
Embajada en Washington, es sin lugar a dudas una expresión más de los niveles políticos
sobre los que dinamiza su presencia y actuaciones la clase ético política venezolana,
no toda pero si pareciera ser el caso de quienes detentan posiciones
significativamente importantes.
Con su ano cada quien hace lo
bien le venga en ganas. En tiempos de la diversidad de género y el transexualismo,
problemas sobre los cuales la iglesia católica latinoamericana se la juega ante
las posturas tradicionales de la teología ortodoxa y militante europea, no vengo con falsas posturas
morales. Fornicar, aun a mi edad, me encanta. Por heterosexual no critico el
homosexualismo, ni voy contra natura en aquello de la existencia social de
meretrices, son elemento y factor cierto y concreto de nuestras realidades
cotidianas.
Critico si, que Venezuela se
posicione en un mundo donde el sexo se convierta en moneda de recambio para el quehacer de las
funciones públicas. Que se ofrezcan
cargos a cambio de campañas para denigrar de funcionarios probos dadas las coincidencias
pantaletericas de quienes empujan la autoría intelectual y de quienes la
materializan. Dicen que por esas enaguas han desfilado amarillos y naranjas al
mejor estilo de globito tv, la misma cuyo principal accionista es solicitado
por Interpol, lo que entonces deja ver y asoma la posibilidad de análisis que
concitan mayor complejidad a las motivaciones y vinculaciones en juego.
Calderón hablo, nos corresponde
ahora analizar lo que ha expresado. Ubicar su mensaje donde la certeza de
nuestras verdades pueda inobjetablemente ubicarlo. Es un lanzamiento hacia los
escenarios presidenciales. Si así fuere, de quien ha sido y fue la
responsabilidad de dejar espacios abiertos para que ello ocurra. Quienes podrían
entonces estar detrás de la jugada. Duque, Bolsonaro, Trump. Si no fuese así y se trata de una denuncia en
contra de los círculos de neo - corrupción que se han ido creando alrededor de
la posible transición luego de veinte años de ayuno obligado, que hacer.
Lo afirmado por Calderón Berti traerá
roncha. No es momento de rasgarse las vestiduras. Ha dicho verdades. Sociedad
civil, rebelión de las canas, anomia ético social del país y sus perspectivas
de recuperación y cumplimiento del mantra transicional son cuatro puntos que
pesan, cual Espada de Damocles, sobre la testa de quienes desde diciembre de
2015 y luego, en 2019, han logrado aciertos y acusado equívocos y fracasos en
procurar de superar la usurpación, único factor de la real politiks que nos ha traído
a este momento país.
Corresponde liberar la disciplina
partidista como compete al rol presidencial y actuar en función de TODOS los
venezolanos y de la UNIDAD SUPERIOR. Como parte de la sociedad civil no
partidizada seguimos actuantes y trabajando, a veces el ánimo se resiente y los
temores asoman en nuestra corporeidad, sin embargo, contamos hasta cien,
respiramos hondo de manera pausada y profunda para continuar la marcha. Solo
deseamos que aprendamos que la construcción de nuevo modelo – país – Venezuela ha
de fundarse en el pensar con la verdad por delante, hablar con la dignidad y
lealtad del servidor público en función de
construcción país y hacer desde el compromiso por una Venezuela de cara al siglo
XXI, a eso llamamos coherencia política.
No es fácil, tampoco imposible.