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Farmacéutico. Profesor Titular en la UDO. Consultoría y Asesoramiento en planificación, organización y gerencia. Coaching. Políticas públicas. Estudios de especialidad, maestría y doctorado.

jueves, 11 de agosto de 2022

Al pan, pan y al vino, vino: la política desde hace tiempo es solo un espectáculo.

 

La presente nota personal, se inscribe en el contexto de una artículo publicado por la politóloga Angie Katherine González en la Revista de Comunicación Política ACOP que circula bajo el número 73 en su edición del mes de julio de 2022. Serie Tendencias, Red de politólogas. No sin mujeres. Se publica bajo el titulo original del articulo citado.

Al pan, pan y al vino, vino: la política desde hace tiempo es solo un espectáculo.

En materia como la que trata y nos muestra la autora, tal vez cabría el apoyo de tres libros que a mi juicio resultan de interés en cuanto al tema y que obviamente ayudan a una mejor comprensión del mismo. Se trata de La civilización del espectáculo publicado en el año 2012 por el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa; Homo videns. La sociedad teledirigida, texto escrito por Giovanni Sartori, la edición en mis manos es del año 2008 y finalmente, el texto escrito por Diego Beas, publicado en 2010 bajo el título de La reinvención de la política. Obama, Internet y la nueva esfera pública, en el que se narra de alguna manera lo que fue la experiencia de Barack Obama en su relación con el mundo de las grandes empresas de tecnología de la información, pero sobre manera, de la relación personal que logro establecer con muchos de ellos y lo determinante que esto resulto en cuanto a las definiciones electorales que le hicieron presidente de los Estados Unidos.

Si la televisión dio el triunfo electoral presidencial de 1960 a John F. Kennedy ante  Richard Nixon en 1960, inaugurando una era y modelo de campañas electorales en la que ese era el medio a través del cual, quien aspirara seriamente a alcanzar alguna posición de poder en el mundo, tenía que considerar y desarrollar mucha de su campaña, en 2008 el modo de realizar las campañas electorales cambia de la televisión y el marketing tradicional a las redes y el marketing digital, Barack Obama quien supo utilizar muy bien esos elementos, se impone a así a John McKain.

En su artículo, González señala “que desde hace ya un buen tiempo las narrativas y las historias que se construyen en campaña son la clave del éxito. Se busca consolidar la campaña a partir de los atributos del candidat@ y, lograr resaltar sus cualidades a través de un discurso netamente emocional, porque es lo que funciona. La política cambio y la hiperpersonalización de la comunicación es el nuevo mantra… lo que importa es como se cuenta la campaña en las redes, porque son las redes las que generan noticias y más importante que las noticias, generan tendencias. Al pan, pan y al vino, vino: la política desde hace tiempo es solo un espectáculo… estamos en una época donde el Poli - tainment es el rey”.

Las aseveraciones de González mueven mi pensamiento, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, a preguntarme, con base en ese contexto ¿Cuál es la percepción que de esa realidad de cambios y transformaciones de la política están prevalidos los dirigentes opositores y demócratas venezolanos? Y la pregunta viene a cuento por dos razones, la primera directamente relacionada con lo que veo habitualmente en las redes políticas nacionales en cuanto su utilización y mensajería. En segundo lugar porque no comparto la aseveración que hace la autora respecto a que “Las personas quieren caras nuevas en el poder, que sean entretenidas, que los diviertan y que se sientan familiares. Lo sencillo funciona y por eso la frase no robar, no mentir y no traicionar es la promesa de moda en toda AL”.

No se trata necesariamente de que una cara nueva corresponde a una cara joven, no es cuestión de imagen en ese sentido y sigo creyendo que las ideas, más allá de los medios, siguen manteniendo vigencia en una campaña electoral. La imagen se construye mediante la utilización de las técnicas de mercadeo y narrativa a que haya lugar pero, es importante el mensaje y su credibilidad, particularmente en situaciones límites como lo es el caso y la realidad venezolana. En Venezuela, la generación alrededor de la cual se levantaron nuevas esperanzas ha fracasado. Quedo en el camino y es menester la construcción, desarrollo y consolidación de nuevas expectativas que cimienten esperanzas valederas para quienes han decidido mantenerse en el país y pelearlo, ante quienes juegan al imperativo ejercicio de tomar el control total y absoluto reinado del poder político y de la sociedad venezolana en su conjunto.

La realidad que viven los educadores en la Venezuela de hoy es un indicador interesante de lo que actualmente acontece en el terreno de la política nacional, habida cuenta del surgimiento de nuevos liderazgos y de un proceso que comienza a cuajar desde las bases trabajadoras con independencia de militancias político partidistas. Los trabajadores van haciendo a un lado la cuestión de sus propias militancias y van abotonado conciliaciones alrededor de sus problemas comunes, que para nada corresponden a la esfera de esa agrupaciones u organizaciones y que incluso, afectan y por transpuesto la padecen aunque no lo manifiesten, los trabajadores adscritos al chavomadurismo revolucionario y sus condiciones de trabajo, libertad y remuneración. Por ahí van los tiros como dice la conseja popular.

González cierra su artículo con esta consideración que compartimos plenamente, “El branding, el marketing y las re - des sociales están de moda. Ojalá no olvidemos que las modas cam - bian, que la ética importa y que ahora más que antes, la viabilidad del sistema democrático está en riesgo”. Hagamos lo propio en nuestro país, aprendamos a manejar las redes para hacer política en el siglo XXI por cuanto ya vamos para el primer cuarto bajo la dominación de la barbarie que si ha sabido utilizarlas, y, por encima de los avances y logros coronados, aun no vemos la luz al final del túnel. Es un trabajo de largo aliento y no hemos comenzado.