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Farmacéutico. Profesor Titular en la UDO. Consultoría y Asesoramiento en planificación, organización y gerencia. Coaching. Políticas públicas. Estudios de especialidad, maestría y doctorado.

sábado, 20 de febrero de 2021

Birmania y el sudoeste asiático: Elecciones y democracia, ejemplo para Venezuela (1)

En el marco de las noticias desde la perspectiva política, el mes de febrero se inició con la información relativa al Golpe de Estado en Birmania, en términos oficiales República de la Unión de  Myanmar. Luego de diez años de ensayo democrático, el ejército retoma el mando político de la nación y detiene a la líder de la sociedad civil Daw Aung San Sun Kyi.

Esa información da la base para que Max Fisher publicase el pasado 9 de febrero en su columna The Interpreter a través del diario The New York Time, un artículo bajo el titulo ¿Qué mantiene viva a la democracia? Las incomodas lecciones de Birmania para Estados Unidos. En el establece comparación entre el funcionamiento de la democracia en Birmania y en general, señala como se funda y sostiene internacionalmente el sistema y los eventos político electorales de reciente data en Norteamérica.

Fisher pasa por encima del concepto tradicional de democracia en términos de gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo aterrizándolo en lo que realmente constituye para él, la base originaria en cuanto la implantación del sistema democrático en cualquier parte del mundo como consecuencia de situaciones en las que ´´la democracia existe a voluntad de las elites políticas, que instalan y mantienen ese sistema mientras sienten que les interesa hacerlo.´´  Cita los orígenes de la democracia en Gran Bretaña y en los Estados Unidos y toca el tema venezolano, cuando ya mentalmente me paseaba por esa idea, apuntando que su establecimiento ocurre en 1958 en razón de un pacto de las elites para permitir y proteger la democracia en nuestro país.

A decir verdad,  el planteamiento de Fisher sobre la democracia en Venezuela, se hunde filosamente en mis circunvoluciones cerebrales generando un alborozo de dudas que incitan a la búsqueda de información que por contraste ilumine mis pensamientos en relación con su afirmación. Lo primero que viene a la mente me indica que este reputado analista de la situación política internacional, asume la firma del Pacto de Punto de Fijo como la fecha en la que la democracia ve luz en nuestro país.

En efecto, en las páginas de la actual usurpación y régimen de facto establecido en el país, se lee una información que apuntala la distancia de sesenta y dos años respecto  la firma de aquel acuerdo, señalando lo siguiente:

El Pacto de Punto Fijo fue firmado el 31 de octubre de 1958 entre los partidos Acción Democrática, Unión Republicana Democrática y Comité Político Electoral Independiente (Copei) y sus líderes Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera, pocos meses después del derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez y antes de las elecciones de diciembre de ese mismo año.  El Partido Comunista de Venezuela, clave en la insurgencia contra la dictadura perezjimenista, fue excluido del pacto por el rechazo de Copei, Betancourt y la cúpula de la iglesia católica.  Entre los puntos del acuerdo destacan el compromiso por respetar los resultados de las elecciones de ese año y la defensa del sistema constitucional.[1]

Ese documento y su firma constituyen un paso previo a las elecciones que se realizaron el 7 de diciembre de aquel año, las que dio como resultado el triunfo de Acción democrática y la elevación de Rómulo Betancourt a la Presidencia de la República para el periodo 1958 – 1963.  De allí que hayamos de estar contestes con la afirmación de Fisher en cuanto a la fecha, por una parte, y por la otra, se deja ver la presencia de las elites, aunque a primera vista no parezca que estuviesen.

De hecho, el cuestionamiento de COPEI (Rafael Caldera), más fuerte seguramente que el de Acción Democrática (Rómulo Betancourt), dado que en sintonía con ello se manifiesta la posición eclesiástica, en tanto expresión de un factor fundamental de las elites que vetan al Partido Comunista, factor importante las tareas que llevaron al derrocamiento de la dictadura, y por tanto no fuese considerado para la suscripción del mismo. Cuestión aparte lo constituye el hecho de si el Partido Comunista de Venezuela estaba de acuerdo o no con el documento y dispuesto a firmarlo.

Allí, en la firma del Pacto de Punto de Fijo, las elites están presentes, si bien los interlocutores constituyen expresión de un liderazgo político partidista curtido desde 1928 en las lides que culminan el logro de sus objetivos estableciendo la vigencia del sistema democrático como forma política de gobierno en Venezuela. Asomada el aura clerical, no faltara posteriormente, por que siempre han estado presentes desde la instauración republicana en la Gran Colombia y luego de 1830 en Venezuela, las elites militares y con menor tiempo asomados a la palestra, las elites culposas en general, aquellas de las que nos habla Luis Enrique Alcalá en libro del mismo título.[2]

Al continuar la lectura del articulo aparecerán dos nuevas disyuntivas cognitivas cuando señala que la organización popular, las protestas o las revueltas armadas no necesariamente imponen la democracia, lo cual solo es posible si la expresión de esas fuerzas colectivas ejerce suficiente presión sobre las elites circunstanciales y estas permiten elecciones y cambios como consecuencia de situaciones en las que el camino a la democracia puede representar un costo de salida menor que la represión. La otra cuestión se hace presente al considerar que es diferente vivir en un lugar donde los militares han gobernado, afirmando que la líder civil Daw Aung San Sun Kyi no se percató de ello, no lo entendió y por tanto la elite militar cancelo el ensayo democrático con un Golpe de Estado.

Luego, cuando Fisher cita a Thomas Pepinsky, politólogo, profesor e investigador en el Universidad de Cornell, me obliga a utilizar las facilidades de internet y ubicar información referente a su formación y los trabajos que ha realizado dando lugar al posicionamiento y contextualización de sus ideas en el marco de la realidad venezolana, toda vez que encuentro un título de interés comparativo, en paralelo con lo que actualmente se intenta descifrar en el país desde la perspectiva de la realidad política actual: Elections as Causes of Democratization: Evidence from Southeast Asia.[3]

Asumo el texto y me sumerjo en su lectura y análisis. De allí el título de esta secuencia de entregas a las que he bautizado como Birmania y el sudoeste asiático: elecciones y democracia, ejemplo para Venezuela. Toca la realidad birmana, y por comparación apreciamos aristas coincidentes con nuestra realidad sobre las que bien vale el esfuerzo intelectual de una visualización que pueda ser de utilidad para interpretar lo que ahora ocurre en Venezuela. Es lo que puedo aportar a la causa de nuestra reinstitucionalización en el camino hacia la recuperación de la vigencia plena de la democracia, aun la inspirada por las elites culposas, ya que es a nosotros a quienes corresponde ubicar a cada quien en su pedestal, nicho o cesto de los papeles que ya no tienen utilidad alguna en nuestro devenir. Continuare.



[1] Ministerio del Poder popular para el Ecosocialismo (2020). Hace 62 años se firmó el Pacto de Punto Fijo. Página web Gobierno Bolivariano de Venezuela. [Documento en línea] Disponible en:  http://www.minec.gob.ve/hace-62-anos-se-firmo-el-pacto-de-punto-fijo/  Consulta realizada el viernes 19 de febrero de 2021

 

[2] ALCALA Luis Enrique (2012). Las elites culposas. Memorias imprudentes. Un cuarto de siglo de política venezolana. Libros Marcados. Caracas.

[3] MORGENBESSER Lee y PEPINSKY B. Thomas (2018) Elections as Causes of Democratization: Evidence from Southeast Asia (with Lee Morgenbesser). Comparative Political Studies, forthcoming. [Documento en línea] Disponible en: https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/0010414018758763 Consulta realizada el viernes 19 de febrero de 2021