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Farmacéutico. Profesor Titular en la UDO. Consultoría y Asesoramiento en planificación, organización y gerencia. Coaching. Políticas públicas. Estudios de especialidad, maestría y doctorado.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Más sobre Teododoro, el ministerio para la descolonización (I)


Mas sobre Teodoro, el ministerio para la descolonización[1] (I)
«I social media danno diritto di parola a legioni di imbecilli che
prima parlavano solo al bar dopo un bicchiere di vino,
senza danneggiare la collettività.
Venivano subito messi a tacere,
mentre ora hanno lo stesso diritto di parola di un Premio Nobel.
È  l’invasione degli imbecilli».[2]
Umberto Eco

El Parlamento venezolano, el legítimo, derivado de las elecciones realizadas en diciembre de 2015 ha votado para que Rodríguez Zapatero sea botado del país dado el daño que su intervención, a título de negociador en medio de la crisis total que se vive y padecemos en Venezuela ha estado signada por una asimetría que para nada pareciera buscar salidas válidas para la misma y si, para sus crematísticos intereses personales como recién lo asomara otro de los beneficiarios del “Nido de alacranes” que mora en Miraflores desde hace ya prácticamente, veinte años. Allí, una votación que ha debido resultar unánime, mostró una diferencia que llama la atención, aparte la única abstención, contradictoria para con discursos previos y declaraciones de prensa.

La oposición muestra claramente los bloques en las que se subdivide. Los “colaboracionistas” por una lado y los “duros” por el otro. En medio, quienes deseamos una pronta salida y superación de esta crisis: Ochenta y cinco por ciento de los  venezolanos que, obviamente complementamos lo que se denomina la “sociedad civil”. Difícil para todos.

Tan difícil que todo pareciera indicar hemos llegado a una encrucijada de caminos. La segunda en torno a la contemporaneidad que desde 1928 nos llevó a 1958 y desde allí devino ha devenido al 2018, en un punto de inflexión que ahora y por ahora, pareciera se apuntala hacia una Venezuela distinta, en medio de una realidad diferente a la que vivieron los integrantes de la generación del veintiocho.  Realidad totalmente distante de aquella  que no aplaudió los golpes de estado de 2002 para luego cifrar esperanzas democráticas en sus protagonistas, quienes al final han terminado dilapidando, no un capital de apoyo político, que no buscaron porque a ojos vista, hoy vemos ya sin ningún asomo de dudas que no se trataba de la procura ideológica que redimiera a la sociedad venezolana de los males que realmente le aquejan desde siempre, sino aun más, de aquellos que fueran denunciados como parte de la plataforma electoral de los “golpistas” y que han terminado por poner frente a nuestros ojos la inmanencia del más grande contrasentido histórico de nuestra vida republicana: Buscaron el poder para lucrarse de él sometiendo la población al capricho degenerado de una vorágine sin ética para la vida pública y con moral de dudoso origen para el ejercicio de la política. Caterva de resentidos sociales, ignaros intelectuales de lo político, vengadores de hombres que con sus vidas pagaron alto precio por sus ideales, algunos, los olvidados; por su vocación criminal, otros, hoy estandartes de la revolución.

Y traigo a cuento estas líneas porque creo de verdad, nos hemos ubicado en una zona de inflexión que está por cerrarse y dar apertura a lo nuevo, a lo bueno, a lo deseado, a lo merecido. De Rómulo Betancourt decimos, es el “Padre de la democracia venezolana”, esa que aun no cristaliza de manera definitiva. Fue la apertura a la ya superada democracia representativa. Quiero creer que ahora vamos por una verdadera y sana democracia participativa, sin protagonismos, que por lo general en la política no son buenos. Dejémoslos para el teatro y otra suerte de representaciones, incluidas las máscaras y mascaradas que aún están por caer.

La “Generación del 28” fue participe y protagonista de los cambios y transformaciones que introdujeron al país en la senda democrática, ya no contra caudillos y montoneras aunque si contra los rescoldos de algunas de aquellas, lucha armada y golpes de estado. La “Generación olvidada del 48 – 58” no tuvo oportunidad de dirigir, de hacerse participe de las decisiones inherentes a la emergencia de la sociedad democrática y consecuencialmente se vio circunstancialmente obligada[3] a tomar la vía de la lucha armada como cuestión de orden táctico para alcanzar sus objetivos políticos y la toma del poder, que les permitiera desarrollar sus postulados revolucionarios.  

Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Jóvito Villalba y Gustavo Machado vivieron, cada quien desde su propia circunstancia y participación, el establecimiento inicial de la democracia representativa en Venezuela. Américo Martín, Eduardo Fernández y Teodoro Petkoff, como expresión de la “Generación olvidada del 48 – 58” NO!. Fue la generación que a trancas y brincos quiso hacerse de un camino propio por cuanto las generaciones anteriores habían cerrado puertas al despliegue público de sus ideales e ideas por y para la democracia venezolana. Hoy son ellos, cabezas visibles en los términos de la inflexión que oteo en el horizonte de la vida política venezolana. Más próximos a lo que ello pueda ser, ubico el pensamiento de Martín y Petkoff, pero muy particularmente el de este último, el de otro “Catire”, no el de los llanos y la separación de la Gran Colombia. No, este otro “Catire” es de “El Batey” en el estado Zulia. Considero que su muerte determina la apertura del paraguas en la culminación de esta zona de inflexión que ya en las postrimerías de su agotamiento, da lugar nuevas realidades nacionales. En medio de esas nuevas realidades, una guía.

Una guía en el pensamiento político de la Venezuela por venir, no ya la de “Venezuela, política y petróleo” y si la que ha de abanderarse al cobijo de una reflexión como la que Boris Muñoz[4] rescata en lo que fuera voz y pensamiento político de Teodoro Petkoff,

Como intelectual y político, Petkoff criticó al poder de turno –fuera el sistema bipartidista de la democracia representativa o la autocracia chavista– sin fanatismo ni concesiones. Nunca renunció al ideal de un mundo socialmente más equitativo y políticamente más amplio y libre. Su muerte deja un vacío del mismo tamaño que el frustrado sueño democrático que persiguió durante al menos 50 años de su vida política. Sin embargo, su espíritu combativo y rectitud moral lo convierten en un potente faro para los venezolanos que hoy luchan por acabar con la dictadura chavista y crear una nueva democracia. A ellos les toca mantener ese faro encendido.

A la luz de los cambios por venir en el espíritu de la transición necesaria, creo que las cosas van por ese camino. Tal vez ha llegado el momento histórico para que “La generación olvidada del 48 – 58” ya no solo se haga sentir sino que ocupe el lugar que la historia le ha tenido guardado en cuanto a la arquitectura de este país. No serán participes activos de las lides políticas que se avecinan, pero estaran allí. Con su pensamiento o su palabra para ayudar el alumbramiento de este nuevo camino hacia la democracia y ojalá, queden enterradas para siempre, caudillos y montoneras, utopías revolucionarias, fantasías políticas y golpes de estado. Demandamos la construcción de una República liberal y democrática. Ha llegado la hora de los probos, basta de improvisados e improvisaciones. Me late que al morir, Teodoro abre caminos a la concreción de sus ideales e ideas por la democracia y la libertad en un escenario – país, que como el actual, no tiene nada que reprocharle y si, mucho que agradecerle.




[1] BOCARANDA SARDI Nelson (2018). Los runrunes de Nelson Bocaranda. Publicado en el Portal WEB de noticias “La patilla”. [Documento en línea] Disponible en: https://www.lapatilla.com/2018/11/07/los-runrunes-de-nelson-bocaranda/  Consulta realizada el miércoles 7 de noviembre de 2018   
[2] La traducción correspondiente a la expresión que apuntala esta reflexión, corresponde a lo publicado por medios internacionales a partir de la reseña que SCOPRI TOP NEWS publicara el 10 de junio de 2015, cuando la Universidad de Turin confiriera <<Allo scrittore la laurea honoris causa in «Comunicazione e Cultura dei media»>> la prensa internacional la reseño entre los días 15 y 17 de junio. La entrevista original fue publicada en el Diario La Stampa, sección Cultura, el 10 de junio de 2015 Bajo el título: Umberto Eco: “Con i social parola a legioni di imbecilli” [Documento en línea] Disponible en: https://www.lastampa.it/2015/06/10/cultura/eco-con-i-parola-a-legioni-di-imbecilli-XJrvezBN4XOoyo0h98EfiJ/pagina.html   Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas". 
[3] Hay quienes opinan que no todo fue de esa manera. Que hubo intereses personales arraigados en falsas coyunturas analíticas, que indujeron y llevaron al movimiento juvenil de los partidos políticos recién divididos, al enfrentamiento militar guerrillero en las montañas. Hay obra escrita entre quienes señalan que el propio “Che” Guevara intento disuadir a representantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y del Partido Comunista de Venezuela (PCV) de tomar el camino de la lucha armada por cuanto en Venezuela no estaban dadas las condiciones para ello y que el fracaso sería el único resultado posible, no así en el caso de Bolivia.
[4] MUÑOZ Boris (2018). Teodoro Petkoff, un faro para los demócratas. Publicado en el Portal Web  PRODAVINCI. Sección Actualidad. [Documento en línea] Disponible en: https://prodavinci.com/teodoro-petkoff-un-faro-para-los-democratas/   Consulta realizada el martes 6 de noviembre de 2018