Datos personales

Mi foto
Farmacéutico. Profesor Titular en la UDO. Consultoría y Asesoramiento en planificación, organización y gerencia. Coaching. Políticas públicas. Estudios de especialidad, maestría y doctorado.

lunes, 16 de diciembre de 2019

Ciudad Bolívar en tarde de domingo: Venezuela y Benesuela


¨Ni una inteligencia sublime, ni una gran imaginación,
ni las dos cosas juntas forman el genio; amor, eso es el alma del genio¨
Wolfgang Amadeus Mozart
(Salzburgo 1756 – Viena 1791)

¨La Música es una revelación mayor que toda la
Sabiduría y la Filosofía¨
Ludwig van Beethoven
(Bonn 1770 – Viena 1827)

¨La música puede dar nombre a lo innombrable
y comunicar lo desconocido¨
Leonard Bernstein
(Lawrence 1918 – New York 1990)

La tarde noche del domingo 15 de diciembre de 2019  acudí al Parque Ruiz Pineda, para presenciar un acto navideño en el que una de mis nietas seria parte del escenario coral. Me acercaba al lugar con algunas aprehensiones derivadas de creencias propias, y luego, a medida que me acercaba a la entrada del lugar, más que las creencias propias, me invadía el temor de encontrarme en medio de un acto con visos políticos del que habría de ser, parte de escenario de bulto al mismo, en contra total de mi voluntad, pero por la familia – pensaba, y más aún por los nietos – todo vale. Me satisface afirmar que me equivoque en cuanto a las  presunciones que asumí a priori, si bien por aquello del pensamiento crítico y análisis de la realidad, constate in situ, lo que el título de esta reflexión ideográfica expresa en si mismo. Dependiendo de uno de los dos posibles puntos de vista en los que nos ubique la perspectiva, Venezuela ha sido dividida en dos o tres flancos.

Al solo ingresar al parque pude ver con ojos propios el comportamiento de al menos dos de esos bloques país que refiero. En lo bajo, la gente pendiente del que me darán. Hacia lo alto, gente subiendo con una actitud diferente, la del esfuerzo. Y una y otra nada tiene que ver con condicionamientos sociales más si culturales. Como lo afirma José Luis Cordeiro (1998) en su libro ´´Benesuela versus Venezuela. El combate del siglo´´, está claro que el acceso e internalización de lo educativo haciéndolo cuerpo de cada quien, determina comportamientos, actitudes y posiciones ante la vida y el existir. Acudir a la ya señalada presentación  me permitió constatar la existencia de los dos países que bien retrata Cordeiro en su libro.

En los bajos, un espacio en el que se honra la realización de todo aquello contra lo cual va la revolución. Festival populista de la dádiva en expresión de un cuadro de triste que pretende ser trastocado en alegría mediante las practicas del "Pan y circo a la plebe", como bien lo degustaban para su diversión los emperadores y las comunidades imperiales de la vieja usanza  monárquica. Iluminación navideña en tiempos de escasez alimentaria y medicamentosa, milicianos que no creo tengan mucho ánimo de ir a la guerra y menos aún con un canto infinito de paz como intentan hacer creer desde las vertientes de la propaganda revolucionaria. La Benesuela cordeiriana. En los altos de la Concha Acústica, la presentación de un acto en el que disfrutamos las interpretaciones de la Orquesta juvenil e infantil Núcleo Ciudad Bolívar, parte del Sistema Nacional de Orquestas creado por el Maestro Abreu hace más de cuarenta años, y la participación de niños y adultos que dieron vida a un programa cultural de la Venezuela que no descansa en aras de mantener la permanente elevación de perfiles de lo humano y la cohabitación en una sociedad que aspira vivir la postmodernidad.

Apoyo importante de treinta y un organizaciones del sector privado de la economía y el comercio que seguramente no exigieron que los integrantes de la orquesta usaran camisas rojas y no su uniforme habitual en el que la camisa o franela es de color verde esperanza con la bandera del estado Bolívar como símbolo de identidad regional. Cámaras de televisión, excelente sonido y la moderna tecnología de drones constituyeron el marco audiovisual en cuyos registros queda grabada para siempre los aconteceres de esa tarde musical bolivarense.

Pautado para las seis de la tarde, se inició de manera efectiva a las siete y treinta y ocho minutos. Fue un espectáculo de hora y minutos por cuanto termino a las ocho y cuarenta y un minutos. Como preámbulo a la actuación de la orquesta como un todo, hubo tres interpretaciones correspondientes a ensambles funcionales de músicos que participan en la misma orquesta.  La orquesta comenzó con el Aleluya de Georg Friedrich Händel, oratorio conocido también como El Mesias, compuesto en 1741, con arraigo, según los entendidos, en las antiguas pasiones catalanas y cantatas alemanas. Continúo con la interpretación del Cuarto movimiento de la Sinfonía desde el nuevo mundo del músico de origen checo Antonín Dvořák durante su estancia como invitado a los Estados Unidos en 1893. 

Luego, una versión de aguinaldos y la presentación de un phastmost cuya filmación  se realizara cuatro años atrás y que por diversas razones no se encontraba totalmente terminado, debido a que incluso se había extraviado. El contenido fílmico corresponde a la obra maestra de Manuel Yánez, su Viajera del rio, un canto del que mucho se especula en cuanto a sus orígenes dada la musa que pido haberlo inspirado, pero que en sí, expresa la visión poética de un amante del Orinoco cuyas corrientes vienen cargadas de Bora, planta acuática de las lagunas rebozadas, que en tiempos de crecida son vistas en su transitar rio abajo. Por cierto, hay publicada en Aporrea, una extraordinaria semblanza de Catalina y Manuel Yánez, madre e hijo, escrita por Benito Irady, aparecida en las redes con fecha 27 de agosto de 2017.

Momento de gran emoción cuando el Maestro Dino Pronio, factor primordial en el camino ascendente de la orquesta y el Sistema en Ciudad Bolívar, fue llamado por la directora de la orquesta para que dirigiera las dos interpretaciones musicales que dieron curso consiguiente al programa, Alma llanera de Pedro Elías Gutiérrez y Mambo, que devenido de la autoría del cantante y compositor popular Dámaso Pérez Prado ha sido proyectada al mundo académico de la música en creación del genio musical del Sistema de Orquestas al extremo de constituir una pieza que identifica plenamente al Sistema bajo la dirección de Gustavo Dudamel, y sus interpretaciones. Ambas piezas coreadas por un público que las disfruto de pie.

Finalizo la velada con la emoción de Venezuela, pieza musical escrita y desarrollada por dos músicos populares españoles Pablo Herrero Ibarz y José Luis Armenteros. Venezuela es hoy una canción popular venezolana. En la pantalla fueron apareciendo imágenes del país y la letra que entonaba el público mientras en los extremos de la orquesta se encontraban desplegadas dos banderas de nuestro país y una alegórica joven trajeada con los colores nacionales caminaba el escenario de uno a otro lado para finalmente ubicarse al lado de la directora de la orquesta en medio del aplauso y emoción de la Venezuela asistente al evento.

A la salida, en medio de oscuras escaleras, imagino que el gasto iluminación a nivel  populista no dio para la iluminación de la Concha, pensaba no en dos países totalmente diferentes, sino en tres; y en el gran trabajo que desde lo educativo y la transversalidad de la moral, la ética y los valores habrá de hacerse para recuperar la Venezuela de nuestros sueños. Tres países sin posibilidades de vinculación en el camino hacia la construcción de la Venezuela siglo XXI: La Venezuela que no se doblega ante las circunstancias y no vende su dignidad, que cree en el progreso a través de la educación y formación del ser humano y su actuación en lo político arendtiano; la usurpación devenida en pranato de toda tipología y rango con la incorporación de los hijos del hambre que han preferido vender su alma y votos en Asamblea Nacional sin importar la suerte de quienes les eligieron, y la Benesuela dominada, controlada y sustraída en los espacios del populismo criollo e internacional.

La Venezuela que describo ha de poner todo su empeño en la cooptación de la Benesuela que desde la profundidad de sus vivencias cotidianas es objeto de humillación y maltrato en la carestía y la escasez de todo, como medio para el ejercicio del control político y social. Nada que ver con aquella del vivalapepismo y la viveza criolla cuya dignidad se ha sumergido en las posibilidades de acceder a la gratuidad de un pernil podrido y unos bonos que nada resuelven, como moneda de recambio en la posesión de un carnet y acudir a cada cita para la cual son inventariadas en su cosificación.

Quiero y trabajo por VENEZUELA sin exclusiones, con la participación de todos los que creen en una Nación grande, pujante y prospera sustentada en el estado de derecho devenido de la constitucionalidad, la misma que ahora ha sido puesta en entredicho en cuanto a su contenido, una cuestión que hemos visto desde las primeras ediciones impresas puestas en circulación cuando aún el país se sustentaba en algo distinto y diferente a lo que ahora tenemos. Creo en esa Venezuela tricolor, no perdamos jamás la esperanza. El domingo en la tarde noche, todos esos niños y quienes allí estuvimos me la han devuelto rejuvenecida. Avancemos Sancho que los perros están ladrando y doblan las campanas, que nunca sea por los ideales que defendemos para construir la mejor existencia y bienestar a los ciudadanos que habitamos esta región, Guayana; este país: Venezuela.






miércoles, 4 de diciembre de 2019

Enero 5 de 2020, puente entre la Venezuela democrática y la Benesuela de Cubalandia


´´El precio de desentenderse de la política
es el ser gobernados por los peores hombres.´´
Platón (Atenas, 427 -  347 a.C.)

´´La guerra no consiste solo en la batalla
sino en la voluntad de contender.´´
Thomas Hobbes (Inglaterra, 1588 – 1679)

´´La política no es una especulación;
es una Ciencia más pura y la más digna,
después de la filosofía,
de ocupar las inteligencias nobles.´´      
Juan Pablo Duarte (Santo Domingo, 1813 – Caracas,  1876)

´´Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe,
los buenos y verdaderos … serán siempre victimas de sus maquinaciones´´
Juan Pablo Duarte (Santo Domingo, 1813 – Caracas,  1876)

Momentos como los que vivimos a propósito del ventilador bilateral de la corrupción en Venezuela, no han de abrir opciones a pensadores viscerales y si, al frío análisis de la realidad. Hay quienes se plantean, alentar la renuncia de Guaidó, otros reclaman y proponen desde las bondades de su exilio.

En democracia, todos, absolutamente todos tenemos derecho a opinar. Esa no es la cuestión. Si me preguntan y con base en mi conocimiento y experiencia, puedo dar mi opinión sobre la dolencia que me afecte y sin embargo, recurriré a la opinión experta y entrenada del médico. En materia política ocurre de manera idéntica, cada uno de nosotros tiene sus propias opiniones pero, la cuestión está en que quienes disponen, mejor información y formación en cuanto entrenada la mente para el análisis de lo complejo y más allá de las vísceras, pueden apuntalar el camino y hacernos fácil la comprensión del momento país que vivimos hoy.

Digo que no meto las manos al fuego ni siquiera por mí, empero, analizo la situación y considero que con los diputados verdeados, consideraciones cero. No hay perdón y han de ser ejemplarmente execrados de la vida política nacional como muestra de que actuamos para la conformación de un país donde el comportamiento ético político adquiere una dimensión distinta a la preconizada en los últimos cuarenta años.

En cualquier evaluación que se haga, por encima de la coyuntura concreta en la que estamos, es evidente que se han producido avances hacia los objetivos que se han planteado en cuanto al cese de la usurpación, sobre manera en este último año. Este capitulo que presenciamos es de mayores beneficios que lo que pueda perjudicar a la oposición. La preocupación está del lado de la usurpación no solo descubierta en lo que han sido sus conocidas intenciones, sino además, desmantelada en su accionar.

Mantengo y sostengo mi apoyo a Guaidó. Pero hay que tomar decisiones de todo orden, la primera, liberarse definitivamente de la disciplina y tutela partidista. Ni Leopoldo López, ni su padre son dueños del país, como tampoco, a decir de Capriles, Guaidó es depositario de un cheque en blanco. Aquí, por delante de todos, la unidad superior en función del país, de la recuperación de la constitución y la institucionalidad nacional, de la recuperación del territorio país, de la inclusión y un gobierno para todos los venezolanos, cuestión que no es exclusivamente inmanente a Guaidó y que si él no lo hace, hay otros que bien pueden suplantarle y realizar la tarea. Pero ese no es ni al caso, ni la solución.

Guaidó merece aun nuestro respaldo, no podemos echar por tierra los avances políticos alcanzados internamente y en el exterior. Aun le sostiene un margen de maniobra que corresponde a la duda razonable, pero él y solo él pueden poner definitivamente el juego interno a su favor. Calderón Berti ha enviado un mensaje claro y contundente.

Si los partidos políticos no pueden superar lastres y atreverse con todo a la construcción definitiva de la unidad superior, la sociedad civil ha manifestado -con todas sus limitaciones en el manejo de lo política y la política- que está dispuesta y puede armar capacidades suficientes para asumir el reto y mantener el camino hacia los objetivos planteados en el Estatuto para la Transición que fuera aprobado en su oportunidad por la Asamblea Nacional.

Si Guaidó decide ampliar su Zona de Confort para la acción política, considero debe hacerse presidente de todos los venezolanos, lo cual implica alimentarse de mucha más humildad que la que hasta ahora hecho gala, alejando de su lado y entorno toda variante negativa. El daño ha sido más que suficiente y él no ha sido afectado en su línea de flotación. Es quien detenta el respaldo nacional e internacional y ahora, la sociedad civil le ha puesto la oportunidad de develarse como verdadero estadista, más allá de la coyuntura 2019.

No es el momento de andar en herméticas Hummer y si de andar a pie. Momento de quienes superando la distancia temporal y evolutiva que nos separa del Homo erectus, caminan, aprecian los árboles y se elevan observando el bosque, la brisa y el sentido de los vientos, pasando de lo sistémico a lo global, a lo holístico e integral del análisis, las tendencias y las decisiones.

O sea, ser militante de un partido político ya no genera masa intelectual suficientemente calificada en el ámbito social para habérselas con la realidad del momento. Hace falta algo más. Hace falta el conocimiento y la prudencia que dan los años como bien nos lo legara en su pensamiento libertario, palabras más, palabras menos Antonio Machado... ´´caminante no hay caminos, se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al mirar la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar´´. Parábola que retrata las reflexiones de  Heráclito de Éfeso cuando afirma que ´´nadie se baña dos veces en el mismo río´´. Por tanto es momento de apurar el paso y cruzar los puentes, hemos llegado a la orilla del rió y no hay marcha atrás.

sábado, 30 de noviembre de 2019

El pantaletazo cucuteño en el eje Miami – Washington, al mejor estilo de globito tv


Deberíamos tratar de ser los padres de nuestro futuro
en lugar de los descendientes de nuestro pasado.
Miguel de Unamuno (1864 - 1936)

Es imposible que un ser desarrolle el pensamiento conceptual,
el lenguaje hablado y la conciencia moral responsable si todavía
no ha tomado conciencia de la existencia de su propio ser interior
Konrad Lorenz (1903 – 1989)

Somos propensos a juzgar por el índice de nuestros salarios o el
tamaño de nuestros automóviles, en lugar de por la calidad
de nuestro servicio y la relación con la humanidad.
Martin Luther King (1929 – 1968)

La participación de Pompeya, compañera sentimental de Cayo Julio Cesar, Emperador de Roma en una Saturnalia, ¨orgía permitida a las damas de la aristocracia¨ levanto una ola de dimes y diretes a los que él solo respondió, que ¨La mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo”, refería el hecho de que ella solo había asistido como espectadora, mas no tuvo ningún otro tipo de participación y menos aún, derivada de algún interés particularmente concreto.

Traigo a colación la frase por cuanto las recientes declaraciones de Humberto Calderón Berti, ex embajador del gobierno constitucional que en calidad de interino preside el diputado Juan Guaidó a propósito de su defenestración en el cargo que ocupaba en Bogotá, han dado lugar a una campaña de infamias en su contra que para nada hacen bien a nadie en el seno de la oposición venezolana aunque si, cunden beneficio a guisa de brasas y sardinas para alguna periodista globoparlante en medio de cuyas piernas, dicen las malas lenguas, disfruto erótica y genitalmente, uno de nuestros actuales embajadores en el norte del continente, a quien fácilmente capto para armar una tramoya y campaña de medios en contra de un hombre que no necesita de la actividad política para ganarse la vida y ganársela bien además.

Y es que al mejor estilo de globito tv, de donde salió desmoñada aquella hermosa periodista de quien creíamos su elevación posicional derivaba de sus condiciones profesionales para luego enterarnos de que era la favorita de uno de los propietarios del canal y que consecuentemente, el juego de posiciones en el aquelarre del yantar, habían sido su pasaporte a la fama, ahora nos llegan los rescoldos de un nuevo pantaletazo periodístico, angora las brisas del norte que mueve ejes entre las ciudades de Miami y Washington.

Y es que no deja de llamar la atención, esta orgía de corrupción que se mueve actualmente alrededor de la política venezolana y que, en el caso concreto de lo sucedido en Bogotá, tiene su origen en el ¨Hambre y la sequía¨ de poder que han vivido los aspirantes a enchufe en estos últimos veinte años, lo que nos ubica ante una clase política que a pesar de su juventud, se encuentra avejentada por las artes y mañas que han puesto en movimiento, disfrutando los mendrugos iniciales, que no finales, que a título de aperitivo les son lanzados desde la orilla revolucionaria por quienes cumplen ese rol en favor de la revolución u su sostenimiento en el poder. 

Para nadie es un secreto que un flamante diputado de nuestra Asamblea Nacional, en ocasión del cacareado paso de la ¨Ayuda humanitaria¨ desde Cúcuta hacia Venezuela a través de la frontera en el Táchira, decidió ir de farra con un familiar cercano. Allá él, es su problema. Ahora bien, aquí se da la coincidencia acerca de Pompeya, por cuanto con su dinero y en actividades eminentemente privadas puede hacer de su vida un saco y se mete, nada pasas por ello. Pero si en función de su posición política anda en actividades inherentes al Estado como correspondía a aquel momento, entonces vale cesárea sentencia, ha de parecer un diputado. Porque independientemente del origen de los fondos financieros de su viaje, al andar en funciones de gobierno y obviamente actuaciones políticas y por tanto públicas, el andar puteando no forma parte de esas funciones. Manos aun con al saldo fatal de aquella ´´marcha´´, en la que licores, putas y dólares dieron origen a tan infeliz como trágico final.

Aquí la responsabilidad no es del sofá, tampoco del mensajero, sino de quienes dieron lugar al mensaje derivado de sus actuaciones. Desde el comienzo se ha estado en cuenta de los involucrados, de sus trapisondas y de la valiente actitud que conforme hemos creído todos, se trata de cambiar el modelo país de manera ejemplarizante para que no haya dudas sobre las líneas de trabajo y de fuerza que habrían de guiar la transición han de ser puestas en evidencia concreta para prevenir y predicar con el ejemplo. Sin embargo, por lo que vamos apreciando la idea es mantener la vigencia de los despropósitos que desde hace cuarenta años se convirtieron en caldo de cultivo de la realidad que hoy padecemos. Aquellos polvos han traído estos lodos.

Asumir una campaña con Humberto Calderón Berti, por quien no meto las manos al fuego como tampoco las meto por mí, bajo el influjo de una oferta fundada en pantaletas para ubicar a la periodista que a ello se presta, desde su hábitat mayamero a la dirección de prensa de nuestra Embajada en Washington, es sin lugar a dudas una expresión más de los niveles políticos sobre los que dinamiza su presencia y actuaciones la clase ético política venezolana, no toda pero si pareciera ser el caso de quienes detentan posiciones significativamente importantes.

Con su ano cada quien hace lo bien le venga en ganas. En tiempos de la diversidad de género y el transexualismo, problemas sobre los cuales la iglesia católica latinoamericana se la juega ante las posturas tradicionales de la teología ortodoxa y militante  europea, no vengo con falsas posturas morales. Fornicar, aun a mi edad, me encanta. Por heterosexual no critico el homosexualismo, ni voy contra natura en aquello de la existencia social de meretrices, son elemento y factor cierto y concreto de nuestras realidades cotidianas.

Critico si, que Venezuela se posicione en un mundo donde el sexo se convierta en  moneda de recambio para el quehacer de las funciones públicas.  Que se ofrezcan cargos a cambio de campañas para denigrar de funcionarios probos dadas las coincidencias pantaletericas de quienes empujan la autoría intelectual y de quienes la materializan. Dicen que por esas enaguas han desfilado amarillos y naranjas al mejor estilo de globito tv, la misma cuyo principal accionista es solicitado por Interpol, lo que entonces deja ver y asoma la posibilidad de análisis que concitan mayor complejidad a las motivaciones y vinculaciones en juego. 

Calderón hablo, nos corresponde ahora analizar lo que ha expresado. Ubicar su mensaje donde la certeza de nuestras verdades pueda inobjetablemente ubicarlo. Es un lanzamiento hacia los escenarios presidenciales. Si así fuere, de quien ha sido y fue la responsabilidad de dejar espacios abiertos para que ello ocurra. Quienes podrían entonces estar detrás de la jugada. Duque, Bolsonaro, Trump.  Si no fuese así y se trata de una denuncia en contra de los círculos de neo - corrupción que se han ido creando alrededor de la posible transición luego de veinte años de ayuno obligado, que hacer.
Lo afirmado por Calderón Berti traerá roncha. No es momento de rasgarse las vestiduras. Ha dicho verdades. Sociedad civil, rebelión de las canas, anomia ético social del país y sus perspectivas de recuperación y cumplimiento del mantra transicional son cuatro puntos que pesan, cual Espada de Damocles, sobre la testa de quienes desde diciembre de 2015 y luego, en 2019, han logrado aciertos y acusado equívocos y fracasos en procurar de superar la usurpación, único factor de la real politiks que nos ha traído a este momento país. 

Corresponde liberar la disciplina partidista como compete al rol presidencial y actuar en función de TODOS los venezolanos y de la UNIDAD SUPERIOR. Como parte de la sociedad civil no partidizada seguimos actuantes y trabajando, a veces el ánimo se resiente y los temores asoman en nuestra corporeidad, sin embargo, contamos hasta cien, respiramos hondo de manera pausada y profunda para continuar la marcha. Solo deseamos que aprendamos que la construcción de nuevo modelo – país – Venezuela ha de fundarse en el pensar con la verdad por delante, hablar con la dignidad y lealtad del servidor  público en función de construcción país y hacer desde el compromiso por una Venezuela de cara al siglo XXI, a eso llamamos coherencia política. No es fácil, tampoco imposible.



martes, 11 de junio de 2019

Nueva narrativa para transformar nuestra sociedad (I)


Desesperanza y anarquía…

Los escenarios actuales de la Venezuela – País en sus diferentes ámbitos dejan mucho que desear. Si bien es cierto que nunca  antes se había dispuesto una coyuntura como la que ahora se ha hecho presente en cuanto disponer de un presidente legítimo aunque no disponga en sus manos de todo el poder atinente al manejo del Estado, no deja de constituir una situación que en mucho ha debilitado fuertemente a los <<usurpadores>> de Poder Público Nacional quienes han perdido control de la gestión gubernamental llevando el país a pocos pasos de la anarquía que ya asoma en las distintas facetas de nuestra vida social.

Elecciones en la UCV

En el marco de las circunstancias actuales, el pasado viernes 7 de junio se realizaron elecciones en la Universidad Central de Venezuela para la designación de la representación estudiantil ante las diferentes instancias de co - gobierno y los órganos de dirección estudiantil, incluida la Federación de Centros Universitarios. El resultado no sorprende en términos de su magnitud, aunque si, en lo atinente a su correlación porcentual respecto al deseo de la población por la salida definitiva de la <<usurpación>>. De hecho, la plancha de la oposición alcanzo 13.324 sufragios a su favor contra 1.818 para la plancha que representó a los <<usurpadores>>.  Un total de 15.142 votos en total, cifra que se corresponde con una elevada abstención si consideramos la cuantía de la matrícula escolar en la “Casa que vence las sombras”.

En todo caso, ello representa porcentualmente lo que se aprecia en las encuestas poblacionales. 88,0 % de apoyo a la oposición contra 12,0 % a la<<usurpación>>. En la calle, aproximadamente hay coincidencia de cifras en cuanto a quienes desean que cese el proceso revolucionario se abra el país a una dinámica política, económica y sociocultural distinta, que enrumbe a Venezuela por los caminos del abastecimiento alimentario y de medicamentos, la seguridad personal y de los bienes, la disposición y funcionalidad de servicios públicos eficaces y eficientes en cuanto a guas blancas y negras, electricidad, recolección de basura y telecomunicaciones, cuestiones básicas en cuanto a lo mínimo necesario desde la perspectiva de la calidad de vida en una sociedad del siglo XXI.

Unidad con mancha

Hace pocos días, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, principal aliado de la oposición en cuanto a la hoja de ruta que se ha establecido para la reinstitucionalización del país, dejaba “colar” hacia las redes y en aparente descuido cargado de certidumbre en cuanto a la intencionalidad del mensaje acerca de las dificultades con las que se han encontrado para lograr y  mantener la unidad de la oposición y la “carnicería” en la que se encuentran más de cuarenta dirigentes (¿Líderes?) respecto sus aspiraciones (Legítimas por demás, agrego en lo personal) para presentarse al escenario electoral nacional y ganar la Presidencia de la República. Pienso que el mensaje de Pompeo, quien fue Director de la CIA (¿Se le filtro el mensaje?), no fue tomado en el verdadero sentido de su expresión, tanto en lo semántico como en lo referente al metamensaje. Más aún, considero que los asesores políticos del diputado Guaidó, si fue su obra, o peor aún si la iniciativa fue del propio diputado, y aconsejaron equivocadamente que respondiera a Pompeo en los términos que lo hizo. A veces, hay que pasar agachado y se obtiene mejor provecho de la acción.

De hecho, vale señalar que en el caso de las elecciones de la UCV, dos partidos fundamentados en la Social Democracia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, autorizaron a su membrecía estudiantil ucevista para que pactaran e integraran una plancha con militantes del Partido de la <usurpación>>, el PSUV y evitar que, al menos en la caso de la Facultad de Arquitectura, ganara una plancha con estructura independiente de partidos, la cual finalmente ganó y que, como resultas de este proceso, constituye un mensaje importante a los partidos políticos y sus dirigentes: La denominada Sociedad Civil viene a cobrar las facturas que la democracia de partidos le adeuda desde hace al menos treinta años, cuando esta comienza a desarrollarse y participar activamente en la política, para no irnos tan lejos en el tiempo como los años 1928 o 1936 y más recientemente, 1958. Contra eso va la direccionalidad del pompeliano mensaje “colado” desde USA.

Asumamos la ruta

Nadie que tenga conocimientos sobre la dinámica política sería capaz de negar que el escenario para la definición del rumbo – país es electoral. Lo que no podemos asumir es que lleguemos a dicho escenario sin que se hayan generado condiciones políticas y de soporte apoyo del monopolio de la fuerza por parte del Estado Venezolano, a los efectos de garantizar la estabilización y estabilidad definitiva del gobierno que de allí surja. En la coyuntura de hoy, nadie dude que la <<usurpación>>, defenestrada del ejercicio del poder político y control social de la población, de conformidad y en acuerdo con sus aliados en el negociado global que tiene como objetivo la modificación del cuadro geopolítico, geoeconómico y geocultural del mundo y del capitalismo, haga cuanto este al alcance de sus posibilidades para derrocar cualquier gobierno que, distinto al “revolucionario” se establezca en Venezuela.

Por esa razones, entre otras muchas, es que se ha establecido, se mantiene y sostiene como un mantra, la ruta inicialmente trazada: Primero, el cese y agrego, desplazamiento de la usurpación; Luego, en segundo término, instalación de un gobierno provisional que habrá de iniciar la reinstitucionalización del país y por tanto la transición hacia una sociedad en situación de cambio y transformación y, finalmente, al final, con un país en ambiente ecológicamente estable, entonces sí, elecciones libres y transparentes.

Amigos, ustedes lo viven. Solo la presencia de Guaidó genera la salida masiva de la gente a la calle. Un Guaidó a quien se aprecia no solo en solitario sino en campaña electoral. Como afirman algunos, un Guaidó que capriliza su actuación, haciéndose candidato más que Presidente Constitucionalmente Encargado de la República. Repito, ustedes lo viven, sin Guiadó la gente no sale y no quiere salir. Y lo que es peor y todos observamos, desde los partidos de oposición se le ataca para desestabilizar su liderazgo en el contexto de un posible proceso electoral en el que he de ser aspirante a la Presidencia de la República. Amigos, es la hora de la Sociedad Civil sin ser antipolíticos, antipartidos ni antidemócratas, no cedamos nuestros espacios ni confundamos los mismos. Para la oposición que desea superar la <<usurpación>> hay tres espacios: La Sociedad Civil como un todo, incluidos los partidos políticos, El Frente Amplio Venezuela Libre y la Sociedad Civil Organizada sin militancia político ideológica de signo alguno más que democracia y libertad, hoy con más de 60,00 % de presencia en las encuestas generales de población. Digan ustedes, quien tiene la palabra…

miércoles, 30 de enero de 2019

Involución civilizatoria del Golpe de Estado


El Golpe de Estado es una acción de fuerza mediante la cual un grupo humano asciende al poder y desaloja a quienes lo ejercen en un momento dado.  De acuerdo con los teóricos de la política, la idea del Golpe de  Estado se maneja desde el siglo XVII, cuando era considerado como un hecho legítimo, concretamente desde el año 1639 con la publicación de la obra “Consideraciones políticas sobre los golpes de Estado escrita por el autor francés  Gabriel Naudé, citado por Ramón Alonso Dugarte Rangel (2019)[1].

En el caso de América latina y en lo que va del siglo XXI, ocho funcionarios públicos en ejercicio de cargo presidencial a nivel del ejecutivo han denunciado la gestación o sospechas sobre golpes de Estado en su contra, en once oportunidades. De ellos, cuatro ocasiones han correspondido a tan solo dos funcionarios venezolanos en los años 2002, 2014, 2017 y 2019. Para el caso venezolano, ello constituye un indicador elevado ya que en tan solo veinte años y del total de ocho denuncias, la mitad ha correspondido a nuestro país.

Ahora bien, del total de ocho funcionarios en ejercicio funcional de la presidencia de la república en sus países, cinco de los denunciantes modificaron las constituciones de sus países o se aprovecharon de argucias legales para mantenerse en el cargo más allá de lo inicialmente establecido cuando llegaron a ocupar el mismo. Esto es, faltaron a la Constitución. Si bien esto no justifica golpe de Estado alguno, refiere un factor político que no debería ser deleznado en cualquier análisis por cuanto advierte que el planteamiento de estas reacciones, pudieron ser posibilitadas por el hecho previo de faltar al texto constitucional en beneficio de su propia persona y condicionantes políticos.

Características del golpe de Estado son, entre otras, el secreto de su gestación y al factor sorpresa en su ejecución para evitar la inmediata confrontación armada y, siempre actuando como parte del mismo, funcionarios del Estado, particularmente de quienes detentan las armas y tienen asignado el monopolio de la fuerza, es decir, todo golpe de Estado implica en su ejecución, personal adscrito al propio aparato estatal. El objetivo de todo golpe de Estado es apoderarse del mando del gobierno bloqueando la capacidad de respuesta del Estado. 

Todo golpe de Estado ha sido previamente meditado y en lo inmediato, en plena fase de ejecución, procede a la neutralización de la población con verdades o mentiras apara ganar su apoyo y reducir su beligerancia. Y siempre, un golpe de Estado se justifica en cuanto a la opinión de sus autores, en función del restablecimiento del orden constitucional que, por una u otra razón, se encuentra alterado y corrompido por el gobierno en funciones para ese momento. Se trata de restablecer el orden perdido, esa será siempre la excusa, que  lamentablemente viene acompañada de la sustitución impuesta de normas o personas adscritas a lo civilmente acordado, amén de vigentes, por las que pudiera y en efecto estableciera el sector militar. 

El golpe de Estado se vincula en sus orígenes a la necesidad de hacer presente el César defensor del Reino por lo que se asocia a la idea del “cesarismo”, tan conocida en los ámbitos de nuestro país, en las tesis de Vallenilla Lanz para justificar los regímenes de fuerza en Venezuela durante el siglo XX particularmente los gobiernos que van de la mano de un hombre fuerte que ha de meter en cintura a la sociedad y todos sus males, particularmente los políticos, que no permiten que el país avance por la senda que se considera optima desde las perspectivas de la posesión de verdades absolutas por parte del dictador, toda vez que el golpe de Estado da lugar al establecimiento de dictaduras y tiranías.

En sus inicios, señala Dugarte Rangel, el golpe de Estado se asociaba a ideales positivos y benéficos para la sociedad, para expresarlo en leguaje coloquial, eran buenos. El monarca estaba sujeto a la posibilidad de actuar conforme al menos a una de tres opciones para generarlo: El amparo de las leyes en cuanto fundación y conservación del Estado lo cual era aceptado de manera universal; Las razones de Estado, concernientes ala derogación del derecho común sustituyéndole por el bien común y la utilidad pública y, en tercer lugar, en tanto “acciones osadas  y extraordinarias… en los negocios difíciles… contra el derecho común… sin formalidad… arriesgando el interés particular por el bien público.” De tal manera que el golpe de Estado representaba para el monarca, una salida audaz cuando los intereses públicos se veían amenazados.

Es después de los acontecimientos de la Revolución francesa cuando, derribada la monarquía y establecida la Segunda República Francesa, el 2 de diciembre de 1851 Luis Napoleón Bonaparte se hace del poder por la fuerza y es proclamado presidente, situación que conlleva a disputas con la Asamblea Nacional a la que se sobrepone dejando con ello establecida la idea del autogolpe o golpe bonapartista, adjudicándosele toda connotación peyorativa y malvada a partir de esos momentos, más allá de la crítica que, como fórmula de acceso al poder y en el plano moral, el golpe de estado había recibido de Víctor Hugo,  Proudhon y Marx entre otros.

Posteriormente, en la dinámica de las vinculaciones concretas de tiempo y espacio en tanto territorialidad, el golpe de Estado adquirió rasgos de su caracterización contemporánea al hacerse presente en el ámbito político latinoamericano como elemento recurrente en los cambios de gobierno favorecidos por la defensa de mercados precapitalistas emergentes en la región, como parte de acciones cuyo objetivo primordial era el evitar la instauración del socialismo en tanto contrapartida del capitalismo, en el marco de nuestras sociedades, toda vez que la situación de depauperación en la que se encontraban les hacían “caldo de cultivo” adecuado para que la propaganda comunista pudiera penetrarlas.

Por esa razón, durante el siglo XX se dio primacía al desarrollo económico de América latina con base en el control de explotación y exportación de materias primas, la sustitución de importaciones y la alianza para el progreso en lo económico; la geocultura mundial del capitalismo en lo sociocultural y los regímenes de fuerza, golpes de Estado mediantes si era el caso y lo establecían las necesidades de control, en lo político fueron las bases modelares de la realidad concerniente a nuestros países.

De allí que en este patio trasero de la historia, más que de Estados Unidos, y es mi muy particular punto de vista y posición al respecto, surgiera como explicación teórica de este acontecer regional en el marco de universidades signadas por la ideogelización de izquierda, la reconocida Teoría de la Dependencia y del desarrollo centro – periferia así como sus expresiones en contraparte unas, en alienación revolucionaria otras, cuyas perfomances ideográficas vinieron lideradas por Eduardo Galeano y su Venas abiertas de América Latina; Carlos Rangel en su pieza discursiva Del buen salvaje al buen revolucionario y en términos más recientes y contestatarios, la tríada integrada por Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa en doble entrega bibliográfica correspondientes al Manual del perfecto idiota latinoamericano primero, y luego, El regreso del idiota.

En ese contexto prendió la simiente de los golpes de Estado cuyo centro de reclutamiento y entrenamiento ideológico se hubo establecido en la Ciudad de Chorrillos en Perú, donde acudían nuestros militares al acceder a sus cursos de Estado Mayor y recibir las directrices instruccionales del catecismo anticomunista por lo que, cuando se hacía necesario, ocurría el golpe de timón en la dirección política del Estado – Nación al amparo de las asonadas militares, instauración de gobiernos de facto que luego se legitimaban mediante constituciones a la medida y razones del momento histórico personal del agendado presidencial.

En Venezuela, y solo referiré los siglos XX y XXI por cuanto el siglo XIX corrió entre caudillos y hechos de fuerza, sin la connotación actual de lo que implica un golpe de Estado, se produjeron golpes importantes como los acaecidos en octubre de 1945, noviembre de 1948, noviembre de 1952, enero de 1958, febrero de 1992 y noviembre de 1992; en abril de 2002 se ha documentado una situación de vacío de poder que no de golpe de Estado. Lograron el objetivo y se convirtieron en auténticos golpes de Estado, los de octubre de 1945, noviembre de 1948, noviembre de 1952 y enero de 1958. Los no exitosos, en febrero de 1992 y noviembre del mismo año, habrían de ser considerados como asonadas militares por cuanto no alcanzaron el objetivo, cual es la toma y sustitución de los personeros que detentan el poder, esto es, fracasaron, mientras lo ocurrido en abril de 2002 corresponde a tipología diferente.

Ahora bien, lo que ocurre ahora en Venezuela, al treinta de enero de 2019, pudiera no se enmarcado apara nada en las tesis del golpe de Estado. Los hechos no calzan para su análisis Stricto sensu, en esa categoría, si bien existen rasgos que apuntalan el perfil de los acontecimientos previos a esta fecha, en lo que teóricos del golpe de Estado califican hoy como golpes suaves

Es el propio Dugarte Rangel quien reseña a cinco pensadores académicos cuyos trabajos se centran el lo atinente a la teoría del golpe de Estado. En primer lugar, Curzio Malaparte quien en 1931 publicara su obra Técnicas del golpe de Estado la que le produjo momentos ingratos ya que fue prohibida en multiplicidad de países a la vez que se le hizo pagar cárcel en otros debido a que se estimaba que su contenido abría tentaciones para la instauración de situaciones de facto a través de los golpes de Estado. Luego y en orden de sus publicaciones principales, Dugarte Rangel considera a Samuel Huntington y su libro El soldado y el Estado (1957); Samuel Finer, quien en 1962 publicara Los militares en la política mundial  y Edward Luttwak en 1968 con su obra Golpe de Estado. Un manual práctico. Ya de manera reciente, el autor cuyo texto sirve de base a esta reflexión, apunta el nombre de Gene Sharp, De la dictadura a la democracia (1993), fundamento de las técnicas del denominado “golpe suave”.

En la óptica de lo planteado en el texto de Dugarte Rangel, la militarización de postguerra en América Latina, Asia y África hemos de asumir, abrió las ansias de participación de este sector de la sociedad en los asuntos políticos, de manera directa y en rol beligerante, alejados de su función social que no es otra que el resguardo, para lo cual su legitimidad se apoya en el uso monopólico y constitucional de la fuerza. Han de cuidar y velar por el interés nacional siendo defensores del Estado Nación, su independencia y soberanía, esta última tanto la territorial, como la político – civil que es originaria y descansa en la población que la posee y determina su funcionalidad inmanente a lo político. 

Para ello y como una forma de disminuir esa tentación de convertirse en árbitros y tutores de la sociedad, algunas de las ideas planteadas por Huntington, Finer y Luttwak pueden resumirse en lo siguiente: La profesionalización y no beligerancia política del sector militar, lo que no necesariamente ha de asumirse en la perspectiva de hacerles eunucos políticos, aunque si, establecer limitaciones para el ejercicio de la misma; Los militares han de respetar el principio de la autoridad legítima y consiguientemente la supremacía civil. Respecto a la sociedad, los militares han de reconocer la autoridad civil y obedecerla ya que en el seno de la democracia, esta es la razón del poder público y por tanto del poder político. 

Visto y analizado el planteamiento de Ramón Alonso Dugarte Rangel, caben algunas interrogantes. Para Venezuela en lo político, 2019 se inicia con la denuncia de un golpe de Estado en proceso, que se habría fraguado y estría ejecutando desde el exterior en acciones que vienen coordinadas desde varios países. Se habla de las modalidades del golpe suave.  Ello implica plantearse algunas cuestiones que han de ser respondidas desde el análisis de la realidad operante en el contexto de la situación – país que colma el escenario nacional. 

Al respecto caben algunas preguntas: ¿Cuál es la cualidad ideológica del funcionariado que ocupa el poder público en la Venezuela de enero de 2019? ¿Cuál su cualificación actual en el contexto de Constitución de la República? ¿El ambiente general que se vive en el país es democrático con base en la vigencia constitucional, o dictatorial en función del interés de los “amos” del poder? ¿En el contexto de la Venezuela actual, el sector militar ha mostrado respeto pos la Constitución y leyes de la República? ¿Son los civiles, poseedores de la autoridad constitucional legítima y originaria, respetados por el sector militar? ¿Es la “democracia” venezolana de hoy, un sistema socio político y cultural tutelado por los militares? ¿Hasta qué punto, los civiles han empeñado su dignidad para ponerse al servicio de la  causa militar, dado que este estamento de la sociedad no posee el mínimo necesario de cultura política y capacidades técnicas para acometer funciones de gobierno en el contexto democrático, sin que medie la fuerza en el ejercicio de su beligerancia de cara al funcionamiento del Estado? ¿En el contexto general de la evolución político institucional del país desde 1810 a la fecha, cuál ha sido la magnitud de la participación militar en funciones de Estado y de gobierno, en los escenarios de la detentación fáctica del poder?

Cada uno de quienes han tenido la paciencia de leerme hasta aca, tiene en sus manos la posibilidad de plantearse respuestas con sujeción a sus propias y auténticas verdades, parciales como son, en el análisis contextual de nuestra realidad. Cada quien desde su verda tiene el derecho de proceder, hagámoslo.




[1] DUGARTE RANGEL Ramón Alonso (2019). El golpe de Estado en América Latina. Un ejercicio de historia conceptual. En Procesos Históricos, Revista de Historia y Ciencias Sociales. Número 35, enero – junio 2019. pp 147 – 164 Universidad de Los Andes. Mérida. Venezuela. Mientras no se señale expresamente otra fuente, las ideas citadas en el presenta trabajo corresponden al texto mencionado.