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Farmacéutico. Profesor Titular en la UDO. Consultoría y Asesoramiento en planificación, organización y gerencia. Coaching. Políticas públicas. Estudios de especialidad, maestría y doctorado.

lunes, 16 de diciembre de 2019

Ciudad Bolívar en tarde de domingo: Venezuela y Benesuela


¨Ni una inteligencia sublime, ni una gran imaginación,
ni las dos cosas juntas forman el genio; amor, eso es el alma del genio¨
Wolfgang Amadeus Mozart
(Salzburgo 1756 – Viena 1791)

¨La Música es una revelación mayor que toda la
Sabiduría y la Filosofía¨
Ludwig van Beethoven
(Bonn 1770 – Viena 1827)

¨La música puede dar nombre a lo innombrable
y comunicar lo desconocido¨
Leonard Bernstein
(Lawrence 1918 – New York 1990)

La tarde noche del domingo 15 de diciembre de 2019  acudí al Parque Ruiz Pineda, para presenciar un acto navideño en el que una de mis nietas seria parte del escenario coral. Me acercaba al lugar con algunas aprehensiones derivadas de creencias propias, y luego, a medida que me acercaba a la entrada del lugar, más que las creencias propias, me invadía el temor de encontrarme en medio de un acto con visos políticos del que habría de ser, parte de escenario de bulto al mismo, en contra total de mi voluntad, pero por la familia – pensaba, y más aún por los nietos – todo vale. Me satisface afirmar que me equivoque en cuanto a las  presunciones que asumí a priori, si bien por aquello del pensamiento crítico y análisis de la realidad, constate in situ, lo que el título de esta reflexión ideográfica expresa en si mismo. Dependiendo de uno de los dos posibles puntos de vista en los que nos ubique la perspectiva, Venezuela ha sido dividida en dos o tres flancos.

Al solo ingresar al parque pude ver con ojos propios el comportamiento de al menos dos de esos bloques país que refiero. En lo bajo, la gente pendiente del que me darán. Hacia lo alto, gente subiendo con una actitud diferente, la del esfuerzo. Y una y otra nada tiene que ver con condicionamientos sociales más si culturales. Como lo afirma José Luis Cordeiro (1998) en su libro ´´Benesuela versus Venezuela. El combate del siglo´´, está claro que el acceso e internalización de lo educativo haciéndolo cuerpo de cada quien, determina comportamientos, actitudes y posiciones ante la vida y el existir. Acudir a la ya señalada presentación  me permitió constatar la existencia de los dos países que bien retrata Cordeiro en su libro.

En los bajos, un espacio en el que se honra la realización de todo aquello contra lo cual va la revolución. Festival populista de la dádiva en expresión de un cuadro de triste que pretende ser trastocado en alegría mediante las practicas del "Pan y circo a la plebe", como bien lo degustaban para su diversión los emperadores y las comunidades imperiales de la vieja usanza  monárquica. Iluminación navideña en tiempos de escasez alimentaria y medicamentosa, milicianos que no creo tengan mucho ánimo de ir a la guerra y menos aún con un canto infinito de paz como intentan hacer creer desde las vertientes de la propaganda revolucionaria. La Benesuela cordeiriana. En los altos de la Concha Acústica, la presentación de un acto en el que disfrutamos las interpretaciones de la Orquesta juvenil e infantil Núcleo Ciudad Bolívar, parte del Sistema Nacional de Orquestas creado por el Maestro Abreu hace más de cuarenta años, y la participación de niños y adultos que dieron vida a un programa cultural de la Venezuela que no descansa en aras de mantener la permanente elevación de perfiles de lo humano y la cohabitación en una sociedad que aspira vivir la postmodernidad.

Apoyo importante de treinta y un organizaciones del sector privado de la economía y el comercio que seguramente no exigieron que los integrantes de la orquesta usaran camisas rojas y no su uniforme habitual en el que la camisa o franela es de color verde esperanza con la bandera del estado Bolívar como símbolo de identidad regional. Cámaras de televisión, excelente sonido y la moderna tecnología de drones constituyeron el marco audiovisual en cuyos registros queda grabada para siempre los aconteceres de esa tarde musical bolivarense.

Pautado para las seis de la tarde, se inició de manera efectiva a las siete y treinta y ocho minutos. Fue un espectáculo de hora y minutos por cuanto termino a las ocho y cuarenta y un minutos. Como preámbulo a la actuación de la orquesta como un todo, hubo tres interpretaciones correspondientes a ensambles funcionales de músicos que participan en la misma orquesta.  La orquesta comenzó con el Aleluya de Georg Friedrich Händel, oratorio conocido también como El Mesias, compuesto en 1741, con arraigo, según los entendidos, en las antiguas pasiones catalanas y cantatas alemanas. Continúo con la interpretación del Cuarto movimiento de la Sinfonía desde el nuevo mundo del músico de origen checo Antonín Dvořák durante su estancia como invitado a los Estados Unidos en 1893. 

Luego, una versión de aguinaldos y la presentación de un phastmost cuya filmación  se realizara cuatro años atrás y que por diversas razones no se encontraba totalmente terminado, debido a que incluso se había extraviado. El contenido fílmico corresponde a la obra maestra de Manuel Yánez, su Viajera del rio, un canto del que mucho se especula en cuanto a sus orígenes dada la musa que pido haberlo inspirado, pero que en sí, expresa la visión poética de un amante del Orinoco cuyas corrientes vienen cargadas de Bora, planta acuática de las lagunas rebozadas, que en tiempos de crecida son vistas en su transitar rio abajo. Por cierto, hay publicada en Aporrea, una extraordinaria semblanza de Catalina y Manuel Yánez, madre e hijo, escrita por Benito Irady, aparecida en las redes con fecha 27 de agosto de 2017.

Momento de gran emoción cuando el Maestro Dino Pronio, factor primordial en el camino ascendente de la orquesta y el Sistema en Ciudad Bolívar, fue llamado por la directora de la orquesta para que dirigiera las dos interpretaciones musicales que dieron curso consiguiente al programa, Alma llanera de Pedro Elías Gutiérrez y Mambo, que devenido de la autoría del cantante y compositor popular Dámaso Pérez Prado ha sido proyectada al mundo académico de la música en creación del genio musical del Sistema de Orquestas al extremo de constituir una pieza que identifica plenamente al Sistema bajo la dirección de Gustavo Dudamel, y sus interpretaciones. Ambas piezas coreadas por un público que las disfruto de pie.

Finalizo la velada con la emoción de Venezuela, pieza musical escrita y desarrollada por dos músicos populares españoles Pablo Herrero Ibarz y José Luis Armenteros. Venezuela es hoy una canción popular venezolana. En la pantalla fueron apareciendo imágenes del país y la letra que entonaba el público mientras en los extremos de la orquesta se encontraban desplegadas dos banderas de nuestro país y una alegórica joven trajeada con los colores nacionales caminaba el escenario de uno a otro lado para finalmente ubicarse al lado de la directora de la orquesta en medio del aplauso y emoción de la Venezuela asistente al evento.

A la salida, en medio de oscuras escaleras, imagino que el gasto iluminación a nivel  populista no dio para la iluminación de la Concha, pensaba no en dos países totalmente diferentes, sino en tres; y en el gran trabajo que desde lo educativo y la transversalidad de la moral, la ética y los valores habrá de hacerse para recuperar la Venezuela de nuestros sueños. Tres países sin posibilidades de vinculación en el camino hacia la construcción de la Venezuela siglo XXI: La Venezuela que no se doblega ante las circunstancias y no vende su dignidad, que cree en el progreso a través de la educación y formación del ser humano y su actuación en lo político arendtiano; la usurpación devenida en pranato de toda tipología y rango con la incorporación de los hijos del hambre que han preferido vender su alma y votos en Asamblea Nacional sin importar la suerte de quienes les eligieron, y la Benesuela dominada, controlada y sustraída en los espacios del populismo criollo e internacional.

La Venezuela que describo ha de poner todo su empeño en la cooptación de la Benesuela que desde la profundidad de sus vivencias cotidianas es objeto de humillación y maltrato en la carestía y la escasez de todo, como medio para el ejercicio del control político y social. Nada que ver con aquella del vivalapepismo y la viveza criolla cuya dignidad se ha sumergido en las posibilidades de acceder a la gratuidad de un pernil podrido y unos bonos que nada resuelven, como moneda de recambio en la posesión de un carnet y acudir a cada cita para la cual son inventariadas en su cosificación.

Quiero y trabajo por VENEZUELA sin exclusiones, con la participación de todos los que creen en una Nación grande, pujante y prospera sustentada en el estado de derecho devenido de la constitucionalidad, la misma que ahora ha sido puesta en entredicho en cuanto a su contenido, una cuestión que hemos visto desde las primeras ediciones impresas puestas en circulación cuando aún el país se sustentaba en algo distinto y diferente a lo que ahora tenemos. Creo en esa Venezuela tricolor, no perdamos jamás la esperanza. El domingo en la tarde noche, todos esos niños y quienes allí estuvimos me la han devuelto rejuvenecida. Avancemos Sancho que los perros están ladrando y doblan las campanas, que nunca sea por los ideales que defendemos para construir la mejor existencia y bienestar a los ciudadanos que habitamos esta región, Guayana; este país: Venezuela.