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Farmacéutico. Profesor Titular en la UDO. Consultoría y Asesoramiento en planificación, organización y gerencia. Coaching. Políticas públicas. Estudios de especialidad, maestría y doctorado.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Analistas políticos del pacotillal (I)



En Venezuela, se ha convertido en un lugar común y parte de la tertulia diaria, hablar de la crisis política y sus consecuencias en términos de escasez, inseguridad y corrupción, para ubicar estos problemas en el orden que cada uno de ellos incide de manera directa en la vida de cada uno de nosotros. Es el nivel del coloquio y habla cotidiana.
Sin embargo, estos problemas son analizados a niveles más elevados que el que antecede. Se analizan como parte de la dinámica política del país y desde muy diversas aristas, generalmente asociadas a actores de la vida nacional, regional o local. La intención es aclarar el camino y verificar, si se puede, el posicionamiento o momento de los problemas en el contexto de la gobernabilidad, del cambio y la transformación necesarias para el avance de la sociedad en su totalidad y, obvio es, para establecer estrategias de cualquier naturaleza a efectos de procurar la defensa de intereses particulares o colectivos y alcanzar objetivos concretos de cara a la superación de los mismos.
En el ámbito de lo político esta tarea es cumplida de los llamados analistas políticos, asociados o no a los agentes que se mueven dentro de ese marco, en el país. De allí que su presencia e ideas pueda ser constatada diariamente en las páginas de opinión que a nivel de lo nacional, regional o local e incluso internacional circulan en Venezuela y, hoy más que nunca, en las denominadas redes sociales. De hecho los hay de uno y otro signo ideológico – político en el escenario de la polarización política venezolana y también, los freelance, aquellos que dicen trabajar por cuenta propia pero que, generalmente están al servicio de quien les paga, perdiendo mucha de la objetividad necesaria para afrontar ese delicado trabajo de filigrana con la mayor y mejor responsabilidad que les sea necesaria en beneficio de un colectivo que demanda información adecuadamente sustentada.
Otros, sencillamente realizamos nuestra tarea en cuanto al análisis de la realidad sea esta de naturaleza política, económica, social o cultural, publicando el producto de nuestras habilidades cognitivas y procesamiento de la información, en los medios que así nos lo facilitan o en nuestras propias páginas personales, en las que dejamos caer parte del trabajo profesional que deseamos sea conocido por quienes nos siguen en las mismas.
Sin embargo, hay en esa actividad y no me considero un analista político pero procuro leer lo que se publica al respecto, individualidades regionales y locales que se atreven en su osadía, a publicar y publicitar verdaderos adefesios del análisis, los cuales hemos podido averiguar, no responden a ninguna de las categorías anteriormente señaladas sino que, el alimento que les anima es exclusivamente de carácter pecuniario, no porque cobrar por el servicio que se presta viniera a resultar pecaminoso o del mal ver, sino porque la pecunia deviene del chantaje al que en algunos casos someten a quienes desean favorecer con la interesada asimetría de sus conclusiones que, la mayoría de las veces no tienen asidero valedero apoyado o sustentado en documentación alguna ni en un análisis concreto de la realidad, ya por el contario, su única referencia está basada en el cuanto hay pa´eso.
En el caso de Guayana, los hemos detectado en las tres ciudades más importantes del estado Bolívar: Ciudad Bolívar, Ciudad Guayana y Upata. Algunos son profesionales muy nombrados en los círculos políticos, económicos, sociales y culturales que suelan frecuentar. Le hemos hecho un seguimiento a sus columnas y publicaciones y en ellas se puede apreciar como hoy dan una información, producto de uno de esos “análisis” y mañana publicitan algo totalmente diferente. Cuando hemos realizado trabajo de campo y profundizado las razones de esos cambios sistemáticos que operan en términos pendulares, encontramos que fulano les pago tanto o los comprometió en aquello y así van obteniendo el sustento en cada “sablazo”, vendiendo su alma al mejor postor en franco irrespeto a sus propias condiciones humanas.
En los últimos días precise las aseveraciones de uno de estos analistas. Refería escenarios posibles en cuanto a los resultados del próximo ocho de diciembre en el Municipio Heres y se atrevía a dar un orden sin ningún tipo de consideración racional, sustentado en lo que parecía ser más bien su odio personal hacia la figura del actual alcalde Victor Fuenmayor que cualquier cuestión procesada a la luz de los acontecimientos que se suceden en este contexto electoral. De  acuerdo con sus apreciaciones, resultaría electo alcalde el candidato del PSUV; en segundo lugar arribaría un señor que según él, este es un dato duro en su reláfica, es el único que tiene forrada con sus afiches la capital municipal y, en tercer lugar llegaría la candidatura del actual burgomaestre Víctor Fuenmayor. Seguro estoy que si Fuenmayor lo llama y le coloca en los bolsillos una determinada solución a sus problemas cotidianos, lo pone a ganar en sus análisis. Yo, tengo mis dudas respecto a ese orden definitivo y tengo como soportar mis conclusiones, advirtiendo que con Fuenmayor solo mantengo y he mantenido una amistad muy lejana y obviamente, ni me paga ni le cobraría por emitir mi juicio al respecto. Es una cuestión meramente metódica y de práctica académica si se quiere.
Otro a quien preste atención momentánea, señala que en situación similar, la que corresponde al Municipio Autónomo Piar, el final seria de fotografía entre “Gollo” Martínez y Oscar Contreras. A este de verdad no sé si valga la pena referirlo porque a estas alturas de la campaña, aseverar una cuestión como esa raya en la más impúdica pobreza cognitiva e intelectual. Me atrevo a suponer que es una trampa caza bobos a ver si “Gollo” le picha algo y cambia el resultado de sus elucubraciones. Para ambos analistas, señalo el pecado nunca al pecador, con todo mi respeto les sugiero tengan un poco de respeto por si mismos y más aun, por la comunidad que pueda leerles o escucharles, ambos están errados en sus apreciaciones. En las mías, puedo equivocarme, pero siempre tendré como demostrar la forma en la que llegue desde el principio al final de mis conclusiones. Lo demás, pura pacotilla.

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