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Farmacéutico. Profesor Titular en la UDO. Consultoría y Asesoramiento en planificación, organización y gerencia. Coaching. Políticas públicas. Estudios de especialidad, maestría y doctorado.

viernes, 17 de abril de 2015

Quiero estar dentro de tí ...



El la contratapa interna de la portada, se lee una brevísima reseña biográfica sobre Ileana Iribarren. Mujer, profesional con doctorado en matemáticas y estudios postdoctorales en el IVIC y en la Universidad de Paris II, habiéndose desempeñado como profesora en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela.
 
Ella es la autora de esta emotiva entrega titulada “Quiero estarme en ti…”. Novela breve, de ciento catorce páginas donde más que exponernos la idea de reconfortar una parte de sus antecedentes en términos de historia familiar, termina obligándonos a una reflexión que bien pudiera estar referida a los tiempos políticos que vive el país.

Ambientada en Yaritagua durante los finales de 1928 y otros veinte años más, bastan tres párrafos al final del libro, en los  capítulos veintitrés y veinticuatro para admitir y aceptar que la lucha por democratizar y adecentar el país, no admite términos de flaqueza. Que ha de avanzarse por encima de los avatares que en no pocos casos, son los mismos protagonistas en quienes fundamos nuestras esperanzas, lanzan al viento. Es una lucha permanente, que admite dilación ni descanso.

“Sentí mucha pena por ese hombre, el hermano de mi madre, que había pasado su vida penando por una culpa, que a decir verdad no había sido solo suya. La dictadura de Gómez encarceló, torturó, asesinó a miles de compatriotas que se opusieron. Pero además dividió familias, convirtió hombres sensibles en traidores, a hombres recios en suicidas, a niños en hombres antes de tiempo, a madres enamoradas en viudas. Todo era tan reciente, cuántos años necesitaríamos para curar aquellas heridas” (p. 111) Para preguntarse más adelante en palabras del protagonista, al reflexionar sobre su vida: “¿seríamos alguna vez un país democrático? ¡Podría ofrecerles a mis hijos un país más seguro? ¿Cuántos retratos de hombres uniformados se salpicarían de sangre de compatriotas? Sentí unas enormes ganas de llorar y preferí alejarme.”

En otra expresión, dentro del mismo contexto final y refiriendo la actitud del autor del poema que da lugar al título de la novela y quien realmente existió y no es otro que nuestro Antonio Arraiz (1903 – 1962),  familiar cercano al protagonista, en el cual expresa que: “Las dictaduras le habían robado el amor de su vida, a su propio país, por quien tanto había luchado.” (p. 112).
En efecto, el poema “Venezuela” de Arraiz, dice: 

"Quiero estarme en ti, junto a ti, sobre ti, Venezuela.
pese aún a ti misma.
quiero quedarme aquí, firme y siempre, sin un paso adelante, sin un paso atrás.
he de amarte tan fuerte que no pueda ya más,
y el amor que te tenga, Venezuela,
me disuelva en ti.
quiero ser de ti misma, de tu propia sustancia,
como roca;
o quizá echar hondas, infinitas raíces,
enterrarme los pies como árbol
y plantarme en ti, de tal modo
que no me conmuevan.

Bien podrás darme cieno a beber,
y, cuando yo te humedezca de sudor, contestarme
con tus áridos cardos como sola comida.
o quizá se te ocurra flagelarme la cara
con tus brisas, con tus lluvias más frías.
O tal vez concentrar en mis corvas espaldas
tu sol lacerante.
aunque seas mala madre,
estaré adherido a ti, Venezuela,
adherido de amor;
y subirme sentiré, de ti, buena o mala,
tu vida propia, como savia.

Al final, la autora cierra su novela con esta reflexión del rpotagonista, a propósito del sacrificio de los jóvenes y estudiantes de la denominada “Generación del 28, ¡Cígala, bálaja, sacalapatalaja!: “El sacrificio de los estudiantes y de aquellos que dieron su vida por liberarnos del yugo gomecista daría sus frutos, pero aún quedaba un largo camino que recorrer. Muchas vidas más se cobraría la tiranía antes de alcanzar el anhelado progreso que ocupó el sueño de algunos hombres valientes como mi padre, mi tío Francisco y mi primo Antonio Arraiz. La savia de nuestra mala madre ya corría por las de mi hijo.” (p. 114)

Ileana nos ha regalado una interesante novela de ambiente cívico en contra de la instauración dictatorial en nuestro país. Gracias por llevarnos a estas reflexiones cuando a veces sentimos que nuestros ánimos decaen.

Bismarck Ortiz Rondon (3627220) Abril 17, 2015 / 7,24 pm

Bibliografía consultada.
IRIBARREN Ileana (2014). Quiero estarme en ti… Fundación de Estudios Literarios Lector Cómplice. Caracas

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